Devoción, un café colombiano en Manhattan.

Devoción es sinónimo del mejor café de Colombia y puedes degustarlo en Nueva York.

Si eres un amante del café y visitas Nueva York próximamente no puedes dejar de visitar Devoción porque es ahí donde podrás degustar el mejor café de Colombia, país productor de café por excelencia; cabe que, si eres un turista asiduo de la ciudad de los rascacielos, ya conozcas Devoción porque en 2014 inauguraron su primer café neoyorquino en Brooklyn, nosotros hoy te proponemos que tomes buena nota y visites su segundo café en Nueva York, concretamente en Manhattan, en el barrio de Flatiron porque este nuevo establecimiento te encantará desde su decoración hasta sus deliciosos cafés e infusiones.

El secreto de Devoción está, sin duda, en el proceso de producción de su café: los granos de café que tuesta Devoción en los 10 días siguientes a su recolección proceden de 400 pequeños productores colombianos, ese plazo (10 días) tiene notable importancia en la calidad final del café, de hecho normalmente entre la recolección y el tueste del café pueden llegar a pasar hasta 6 meses con la pérdida de propiedades inevitable a la que se ven sometidos los granos de café.

Solo o con leche, con crema, azúcar o con lo que más te guste ¿qué más de café eres de infusiones? en Devoción también sabrán conquistarte con sus infusiones de frutas frescas o tés de hierbas; claro que un café pide siempre un acompañamiento ¿ qué tal unos croissants u otros bollos recién hechos? también bocados tan colombianos como el pan de plátano y las arepas.

En cuanto al interiorismo del primer Devoción de Manhattan, te encantarán sus paredes de ladrillo visto, su gran luminosidad y sus rica vegetación que nos recuerda a las frondosas selvas colombianas.

¿Te atreverías a visitar Nueva York y no degustar un café en Devoción? nosotros tampoco, en Brooklyn o en Manhattan, donde mejor venga a tu ruta neoyorquina, te esperan.

Localización

Devoción, East 20th Street, Nueva York, EE. UU.



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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