Comerse a Gilda…

En honor a todas las Gildas, la de la pantalla grande y las del plato, la tapa y el pintxo, abrió sus puertas en Madrid La Gilda.

En 1946 ellos querían comerse a Rita vestida de Gilda, recibir su bofetada e incluso devolvérsela para bajar el telón con un fundido en negro labio a labio; y ellas… ellas quería ser como Gilda.

La sensualidad, belleza, encanto y provocación que subyace a la película hizo que fuese prohibida en más de un país, cosa que sucedió en aquella España censurada pero ni así…

Ni así perdió brillo y grandeza Rita Hayworth que lucía en la película, según se decía en el bar Casa Vallés de San Sebastián, ‘salada, verde y un poco picante’ como una banderilla, como una gilda porque así quedó bautizado un tipo muy concreto de banderilla, uno al que, por motivos obvios, no le falta la guindilla.

En honor a todas las Gildas, la de la pantalla grande y las del plato, la tapa y el pintxo, abrió sus puertas en Madrid La Gilda, un restaurante presidido por Rita Hayworth en pose put the blame on mame y por encurtidos varios, entre otras muchas y variadas propuestas de carta y menú.

La Gilda es un restaurante en dos plantas por las que corren los pintxos, tapas, tostas y deliciosos platos a la carta llenos de carnes exóticas regadas con el mejor vino. Y es que que las carnes del mundo son la especialidad de La Gilda: solomillo de avestruz o de buey, lomitos de gacela o de presa ibérica, hamburguesa de canguro, de toro de lidia, de bisonte o de kobe wagyu…

Para desayunar o degustar gildas de aperitivo, para comer o como afterworks y lugar de cenas en la mejor compañía, La Gilda, en pleno barrio de Chamartín, te espera.

Más información La Gilda



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