Barcelona a cachitos.

Las tapas más chic de Barcelona se encuentran en pleno centro de la ciudad. En un antiguo palacio del siglo XIX remodelado, respetando su estructura original, donde picoteo, música y copas conviven en un ambiente vanguardista y muy personal diseñado por Estrella Salietti y Pepe López.

Hablamos de Cachitos, el último gran invento del grupo Costa Este. Seiscientos cincuenta metros cuadrados diseñados para disfrutar de la mañana a la noche de desayunos, aperitivos, comidas o cenas, afterwork o copas, distribuidos en tres niveles visualmente armónicos y conectados entre sí. La terraza, en la calle, en plena Rambla Catalunya. Arriba, el comedor. Cálido, luminoso, acogedor. La barra, en la segunda planta; el templo de los cócteles. El sótano abovedado se reserva para la noche, la fiesta, las copas.

La cocina. Tradicional, española, deliciosa. Texturas y sabores casi olvidados que el Chef José Miguel Manzanal recupera a base de ingredientes frescos y un toque muy personal. De mercado y variadas, las propuestas de otoño resultan ciertamente irresistibles: tapa de huevos rotos cubiertos de camagrocs, media ración de crema de garbanzos con butifarra y setas, rape braseado, gamba de Palamós o arroz con pollo de corral. No faltan raciones completas, montaditos con pan de cristal, ensaladas y suculentos platos de carne o pescado. La sangría, la reina. Vino, cava o un exclusivo Möet más ingredientes exóticos: frutos rojos; melón y sandía; vainilla, coco y fresones; jengibre, manzanilla y miel… Y así hasta cincuenta y cinco combinaciones diferentes. Los cócteles. Ingeniosos, clásicos, frescos, sofisticados. Tú eliges.

El interiorismo, exquisito. Materiales tan tradicionales como la cerámica, la forja o la pizarra se mezclan en una atmósfera mágica donde la iluminación moderna y original fluctúa en función del momento. Dominan los tonos rojizos, antracitas y grises combinados con madera, ladrillo y abundante vegetación.

Cachitos