Bienvenidos al Bardot.

Un restaurante acogedor en el que el ambiente, los platos y el trato te hacen sentir como en casa.

Encontrar un restaurante acogedor hoy en día no resulta muy complicado. Pero sí lo es hallar uno en el que el ambiente, los platos y el trato te hagan sentir como en casa.

Haciendo esquina, entre la calle Enrique Granados y la Avenida Diagonal, se encuentra Bardot un restaurante en el que el ritmo lo marcan los clientes, la carta cambia según el mercado y la creatividad corre por cuenta de su equipo.

Su objetivo es recuperar la hostelería “de verdad”, lo que incluye reinventar los platos tradicionales y también las buenas costumbres de toda la vida. En Bardot los platos se cantan cada día bolígrafo en mano y los vinos se recomiendan según la mesa y el menú elegido. En su oferta, clásicos como los calamares rellenos, el arroz marinero, el ossobuco, el rabo de toro y el chuletón tienen un lugar privilegiado. Aunque también hay sitio para platos más modernos como el steak tartar, las costillitas con miel al ajillo, el erizo con espuma trufada o el risotto de foie.

Los clientes son bien recibidos a cualquier hora porque la cocina permanece abierta desde las 8 hasta las 2 de la mañana. Y su curiosa distribución, que incluye una cocina abierta en el centro, una barra, el restaurante y un rincón bistrot, invita a disfrutar de sus desayunos, tapas, cafés, copas, comidas e incluso catas. Al entrar al Restaurante Bardot te invade la seguridad de saber que pidas lo que pidas, acertarás.

Localización

C

Más información Restaurante Bardot



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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