Albufera Milano, en Milán como en casa.

Hay proyectos que resultan sorprendentes no tanto por lo que son sino por su historia, por la vida que late tras ellos y por lo rocambolesca que demuestra ser esa vida que se llena con un proyecto, como poco, delicioso; hablamos de un restaurante que se estrena y no, hablamos de Milán y lo hacemos en su semana grande y hablamos de un matrimonio brasileño que va camino de convertirse, si no lo ha hecho ya, en una referencia de la cocina española en Italia.

El restaurante en cuestión es Albufera Milano, un establecimiento re-inaugurado hace pocos meses tras un cambio de ubicación, nació en 2012 y ha renació a finales de 2018 en un espacio que refleja a la perfección la cocina que propone, un lugar en el que tradición (española) y vanguardia se dan la mano para sorprendernos no solo por la boca sino también por la vista. Cerámica, madera y forja protagonizan un interiorismo moderno y funcional, muy atractivo incluso para el buen gusto italiano.

Lo más curioso de este local es que, siendo como es un referente de la cocina española contemporánea en Milán, tiene al mando de sus fogones, de su carta y de todo lo que ocurre en su sala a un matrimonio brasileño, Mateus Ávila es el chef y su esposa Alice se ocupa de la sala (se ha ocupado incluso de su interiorismo).

Mateus es un enamorado de la cocina española y no duda en afirmar que para él España ha sido, en los últimos 10 años, un referente gastronómico mundial porque ha sabido mantener y alentar su cocina tradicional y también se ha dejado querer por las propuestas de otros mundos, el resultado es una gastronomía que es cada vez más rica y creativa.

De la tradición Mateus se queda con el respeto al producto y por eso utiliza siempre productos frescos y de temporada, se queda también con las tapas aunque a ellas las interpreta a veces de otro modo y logra convencernos de que para comer como un español en Milán sólo hay que ir a Albufera Milano porque allí podrás degustar el mejor jamón, las míticas croquetas, los huevos rotos o la tortilla de patata aunque de otro modo, la paella valenciana, un arroz negro, un pulpo a la gallega o el madrileño bocadillo de calamares.