Fusión al cubo.

El arte no se come, ¡menudo disparate!, pero es difícil resistirse a la ensalada de espinacas con espuma de queso azul y vinagreta de frutos secos.

Fusión de sabores mejicanos y mediterráneos; explosiones de arte –fotografía, pintura o grafiti– en la pared; dardos de color –mucho color– naranja y rosa, verde… Así es la fusión al cubo de un nuevo concepto de “disparate” y el nombre de un nuevo restaurante en pleno Triball madrileño donde disfrutar al cubo.

España y Méjico se funden en El Disparate gracias a René Escalante y Paolo Taglioni, dos artistas mejicanos afincados en Madrid cuya idea es impulsar el talento de cualquier disciplina artística ofreciendo, al mismo tiempo, una carta sabrosa y diferente. El arte no se come, ¡menudo disparate!, pero es difícil resistirse a la ensalada de espinacas con espuma de queso azul y vinagreta de frutos secos, una crepa de flor de calabaza con salsa huitlacoche o a una escalibada templada con cecina de León. De postre, las deliciosas tartas caseras ¿Algo que añadir? Sí, tequila “del bueno”, caipiriña, margarita, daiquiri, mojito…, en su cocktail room. Y cada jueves velada musical temática con DJ invitado.



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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