Cookplay: con la comida sí se juega.

La cocina por sí sola es emocionante. Sobre todo cuando se dejan a un lado las recetas milimetradas y se da pie a la improvisación, ese arte en el cual se mezclan ingredientes y el azar juega un papel clave. Siempre se ha dicho que con la comida no se debe jugar, pero la cocina, desde el principio de los tiempos, ha sido un lugar para probar, divertirse e innovar.

Cookplay reivindica la emoción e intriga por degustar sabores nuevos, platos que consigan sorprendernos e incluso trasladarnos a otras regiones o países. La firma ha sido creada por Ana Roquero, una diseñadora que ha decidido combinar calidad con diseño y gastronomía. El resultado es muy atractivo, unas propuestas creativas que proponen una nueva forma de saborear la comida.

El primer producto se llama Jomon, y es un cuenco de porcelana fácil de sujetar en la palma de la mano. Cuenta además con un funcional y pequeño agujero en el que se sujetan los palillos que se utilizan para comer. Está disponible en seis tamaños diferentes y su sencillez resulta tremendamente práctica ya que se puede utilizar para un catering, un menú de tapas e incluso un plato principal.

De pie, en el sofá o sobre la mesa. Jomon se puede utilizar en cualquier parte en la que se desee saborear una comida informal. Además, va acompañado con unas bandejas onduladas –en vidrio o madera- también de distintos tamaños en las que se puede emplatar. Con la comida sí se puede jugar, siempre que sea con Cookplay.