Aves y casquería.

Sertina, en La Vaguada, sorprende por su selecta oferta. E imagen renovada.

Son muchos los que adoran las aves. Además de por su sabor, es un alimento habitual en las casas dado su buen precio, calidad nutricional y posibilidades culinarias. Sertina es una pollería de toda la vida, fundada en 1956, pero que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y hábitos de consumo. En su puesto de La Vaguada, da ejemplo de tradición y vanguardia.

Abierto en 1983, fue recientemente remodelado. El proyecto supuso una apuesta que, en un primer momento, pudo entenderse como arriesgada. Colorista, próxima y espaciosa, la nueva imagen de Sertina intenta cambiar el concepto que hasta ahora se tenía de las pollerías tradicionales.

Trinidad y Elena Gómez, herederas del negocio familiar y capitanas del nuevo rumbo de la empresa familiar, han habilitado un espacio que se acerca más a un lugar de degustación de productos gourmet que a una pollería al uso. Y es que además de todos sus productos, cuenta con una cocina visible en la que el cocinero, Javier Díaz Fernández, prepara al instante cualquiera de los productos frescos recién comprados en la tienda. Así como una zona de mesas para tomarlos.

Pero Sertina no olvida su razón de ser. De este modo, ofrece una excelente selección de despieces y aves. Véase los pollos de Las Landas, los ecológicos, el pollo Lumagorri, de Bresse, codornices de campo, coquelettes, pintadas o pichón, etc. También mantiene la casquería, huevos y productos de temporada como la caza, así como sus platos ya preprados.

Enhorabuena por apostar por los tiempos que son y vendrán.

Más información Sertina



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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