A la mesa con Pluto y Guido.
A sus ojos, el objeto resulta obvio, y adquiere la forma que tiene que tener, una dimensión propia.
Cuenta Guido Venturini que cuando recibió de Alessi el encargo de rehacer a su gusto Pluto, un juego de mesa compuesto por platos, copas y vasos, y cubiertos, se sintió feliz y supo que apenas tendría que tocarlos. Dice que para él, las formas tienen un lenguaje propio y que cuando se sumerge en ese lenguaje, en esa forma de comunicación, se siente incapaz de dominarlo, de controlarlo. A sus ojos, el objeto resulta obvio, y adquiere la forma que tiene que tener, una dimensión propia. Y ya está, ya lo tiene, y no puede explicarlo de otro modo. Y en esta manera escultural de hacer los objetos, le quedan sorprendentemente sencillos.
La reedición de Pluto ha dado lugar a estos platos de porcelana china, estos cubiertos con mangos de plástico en seis colores y esta cristalería. Son todas piezas muy sencillas, sin estridencias ni alarde, pero son muy apetecibles. ¿Cómo podríamos explicarlo de otra manera? Diciendo que da gusto mirarlos. Pertenecen a la colección AdiAlessi.