Dicen que para averiguar si un restaurante italiano sirve buenas pizzas habría que pedir la margarita para comprobar en la versión más simple –al menos, aparentemente-, de esta comida, que todos los ingredientes están ligados a la perfección. A veces, la dificultad está precisamente en la sencillez. Como ocurre también con la receta del steak tartar, un plato sin trampa ni cartón, que no permite errores y en el que prima la materia prima por encima de todo. Si la carne no es de primera, por mucho que se enmascare con el aliño correspondiente, el resultado final en boca no será el óptimo.
Muchos restaurantes han hecho del steak tartar un referente en sus cartas. Hay algunos realmente fuera de serie pero hay que saber dónde pedirlo. Para empezar, no vale cualquier carne. Ha de ser carne de vacuno, picada a cuchillo y a ser posible, frente al comensal. El acto de condimentarla también genera gran expectación.
Su preparación requiere de la combinación de varios ingredientes. Entre los más utilizados encontramos la cebolla, alcaparras, pepinillos o perejil bien picado; yema de huevo para ligarlo todo, un chorro generoso de aceite de oliva y para el toque picante, salsa Perrins, mostaza antigua, pimienta negra y tabasco al gusto.
Ahora que llega el calor –o que debería llegar-, apetecen platos frescos, bajos en calorías y saludables. Y si encima son un manjar, mejor. Atento a esta lista con los restaurantes donde sorprende la preparación de esta carne cruda, el steak tartar (pronunciado como se debe, por favor, steik tartar –filete tártaro- y no stick –palo-).
Con poco más de un año, AskuaBarra ya puede presumir de tener uno de los steak tartar más buscados y comentados entre los círculos gourmet de Madrid. Los hermanos Gadea reproducen aquí con exactitud la receta original que se sirve en el Askua madre de Valencia. Solo carne de solomillo, cebolla picada muy fina, alcaparras en vinagre, aceite de oliva virgen extra, yema de huevo, sal, pimienta y salsa perrins. En el formato pincho lo sirven con una base de patatas fritas muy finas entre el pan y la carne. Puro disfrute para el paladar.
El steak tartar que Richard Stephens propone aquí guarda una particularidad. Para aliñarlo añade unas gotas de Jack Daniels que le confieren una personalidad diferente a la que acostumbramos. Además, ofrecen la versión clásica del steak tartar para los menos atrevidos. Entre los ingredientes principales de la mezcla incluye sal, pimienta, mostaza, salsa Perrins, tabasco y soja. Conviene probarlo antes para definir el toque de picante. Se sirve acompañado de patatas fritas y crujiente pan tostado.
Tras un breve periodo cerrado por ampliación, El cielo de Urrechu abre sus puertas con más fuerza y ganas y fiel a su propuesta gastronómica. Uno de sus platos estrella es el steak tartar, preparado frente al comensal. Para ello, Íñigo se nutre de la mejor carne de solomillo, bien limpia y cortada a cuchillo en dados y con un toque ligero de mostaza Dijon para potenciar el sabor de la carne. Despierta emociones en el paladar.
Bacira fue una gran sorpresa hace ya un par de años, cuando tres jóvenes chefs se juntaron para abrir este local. La pasión es su sello de identidad y la constante evolución se plasma en la carta. Eso sí, aquello que triunfa lo mantienen. Como el steak tartar, que lleva en carta desde que abrieron. Destaca por estar elaborado con carne de La Finca y tiene como peculiaridad en la salsa un toque de kétchup, que aunque suene extraño, le da un toque que potencia su sabor en boca.
Un restaurante fundamental en la lista de los acólitos de Arzak, pues su carta está asesorada por todo su equipo y sigue las instrucciones del vasco al pie de la letra. En su propuesta, no podía faltar el steak tartar que aquí sirven templado. Una opción muy acertada para disfrutar de la alta cocina al mejor precio. Y para alargar la cita, recomendamos visitar las cuevas de Sandó, un refugio bajo tierra cuya visita bien merece la pena.
Si hay algo famoso en su restaurante de La Moraleja, además de su cuidado diseño y agradables terrazas, es su steak tartar. El éxito del plato radica en la mezcla de alimentos, siempre elaborado frente al comensal y la elección de la carne: 100 % solomillo de vacuno provisto por uno de los mejores dispensadores de carne, Discarlux. No se puede pasar sin problarlo.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
