No hay nada como comer sano para sentirse bien, y estas hamburguesas de vegetales con harina de lentejas es un ejemplo clarísimo. La mayor parte de sus ingredientes son deliciosas verduras que podemos encontrar fácilmente en el supermercado, los granos de maíz cocido son pequeñas explosiones dulces, las pipas de calabaza y las semillas de chía aportan un fascinante toque crujiente, la fragancia del ajo junto a la cebolla en polvo son las encargadas de abrazar a todas estas verduras que segundos después se ven envueltas en la personal y deliciosa harina de lentejas.
Puedes versionar esta receta y seleccionar tus verduras favoritas, solo has de tener en cuenta que si las eliges con un alto contenido en agua, deberás retirar el exceso de humedad con papel absorbente después de rallarlas, para que cuando formes las hamburguesas éstas no se rompan. Si esto sucediera, se podría solucionar poniendo más harina, pero si te excedes con este ingrediente te quedarán más duras y mucho, muchísimo menos jugosas.
Puedes acompañarlas con las dos salsas que te sugiero, pero también están riquísimas con un guacamole o una fresca salsa de pepino.
Esta receta 100% vegana es perfecta para los niños. Prueba a presentarles una hamburguesa con tomate, pepinillo, lechuga, ketchup, mostaza, mayonesa y sustituye la carne por éstas verduras, ya verás como se lo comen sin problema y te lo piden más de una vez.
Receta: Hamburguesas de vegetales con harina de lentejas.
Ralla la zanahoria, la cebolla, el calabacín y la calabaza. Corta en brunoise la cebolleta alargada, los espárragos, los pimientos y en tiras las espinacas.
Coloca en una fuente todos los ingredientes cortados e incorpora los granos de maíz, las semillas de chía, las pipas de calabaza, la harina de lentejas, la sal y la pimienta al gusto.
Haz bolas del mismo tamaño presionando con seguridad para que te queden compactas. Colócalas sobre una tabla enharinada y aplasta para dar forma de hamburguesa.
Deja caer por ambos lados una lluvia de semillas de sésamo.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
