Tres vinos para tres medallas.

Desde hace varias décadas, cada primavera se reúnen en la ciudad francesa de Blayer-Bourg -en Burdeos- un gran número de amantes y profesionales del vino para participar en una de las competiciones enológicas más antiguas e importantes del mundo. Este año, la 36º edición del Challenge International du Vin ha contado con 772 catadores profesionales y consumidores en su jurado, que han evaluado 4.600 vinos de 32 países diferentes.

Solo los vinos más elaborados y cuidados consiguen volver a casa con un distintivo en su etiqueta. Y, esta pasada edición, la bodega navarra Palacio de la Vega ha conseguido ser premiada con tres medallas de oro, una cifra destacada teniendo en cuenta que se han otorgado 14 medallas para vinos blancos españoles y 44 para tintos. Esta bodega, situada en el recinto amurallado que antes ocupaban los jardines del palacio neogótico construido por la Condesa de la Vega, se fundó en 1991, año desde el cual ponen en el mercado vinos de alta calidad y muy seleccionados. Y las medallas son para…

El Palacio de la Vega Chardonnay 2010, un vino que refleja en su color dorado con tonos verdosos su paso por la barrica. Al acercárnoslo notamos aromas balsámicos y medicinales, además de tonos florales y frutales que van desde las moras y ciruelas hasta el sándalo y la canela.

El Palacio de la Vega Crianza 2008 tiene un color de cereza picota y llama la atención por su inicial aroma a pimienta y fruta negra madura. Al entrar en la boca descubrimos un vino fresco y jugoso, con una textura equilibrada y muy duradera.

El Palacio de la Vega Reserva 2004 tiene un intenso color rojo rubí que nos inunda de un intenso aroma a especias y pimienta negra. Al moverlo, deja al descubierto su olor a fruta madura, ciruela y madera para, finalmente, entrar en la boca con buen paso y un final muy largo.

Palacio de la Vega