Mar de Frades.

Mar de Frades, en tiempos, puerto de arribo de peregrinos camino de Compostela, rías baixas y atlántico puro, en él Sálvora, Arousa y Cortegada, frente a él O Salnés y su oro blanco… Albariño, y en él, viento en popa en su bodega, barricas de Mar de Frades.

Mar de Frades es un Albariño de sensaciones elaborado, exclusivamente, con uva del Valle del Salnés seleccionada a mano en su bodega: notas florales y tropicales con rasgos de fruta de pepita en nariz; manzanilla y té de roca con cierto deje salino y a eucalipto en boca, y a la vista… un caldo amarillo intenso, en la añada de 2011 más intenso incluso que en las anteriores, en una botella estilizada, tan azul como el mar de su nombre, evocando las botellas del agua en su pureza; y en la botella la etiqueta con su nombre y añada, el sol sobre las olas del mar, una gaviota y el emblema de la casa: un galeón que es además el elemento termocrómico que se dibuja cuando la botella está a la temperatura adecuada para servir como acompañamiento perfecto de pescados, mariscos, arroces o ensaldas.

Pero no sólo de Albariño vive Mar de Frades, también de sus orujos, blanco, de hierbas y original; y de enseñar su bodega: un galeón frente a la costa y en un viñedo, con su sala de catas y su tienda…

Para los amantes del enoturismo y la gastronomía, nuestro saborear, Mar de Frades resulta una opción irresistible: por su vino y sus orujos, por su ubicación, en el corazón de as Rías Baixas, por su cuidada bodega y empinado viñedo, por su sello de calidad, su denominación de origen, su buen gusto y mejor sabor… por su encanto.

Mar de Frades