La vid recuperada.

De Cantabria, Ribera del Asón: un vino fresco y singular.

Bodegas Vidular es una pequeña y especial bodega de la Costa de Cantabria. Y quienes la capitanean, los hermanos Durán, se sienten especialmente orgullosos de Ribera del Asón 2012. Porque es singular y complejo en matices. Porque, además, es fruto de la vid ahora recuperada en la región.

Por su abrupta orografía y complicada climatología,  la viticultura en Cantabria es, más que un oficio, una pasión. Como los hermanos Durán, Mikel y Jon, dos jóvenes de alma cántabra que, a finales de la década de los 90, decidieron recuperar el cultivo de la vid en Cantabria con la creación de Bodegas Vidular. Se empeñaron y los resultados merecen la atención.

En 1999 plantaron tres hectáreas de viñedos en el valle de la comarca de Voto, junto al Río Asón, que posteriormente ampliaron hasta las nueve hectáreas de viñedo propio con las que cuentan actualmente. La extraordinaria acidez y mineralidad de su suelo, cualidades que en otras regiones han de aportarse en bodega, le proporcionan a sus vinos una mayor complejidad en matices y aromas de forma natural.

La añada de 2012 es un coupage que “transmite en copa las mismas sensaciones que se perciben estando en la viña de Vidular”, apuntan. De color amarillo brillante con tonos verdosos, desprende aromas balsámicos, a eucalipto, a hierba fresca, a hinojo, y evoca notas a montaña y mar, todo ello orquestado con sutiles apuntes a flores, tropicales y cítricos.

En boca es fresco y untuoso, dejando un agradable y largo postgusto. En definitiva, un vino singular, fresco y seco, en el que prevalece el carácter frutal. La producción se limita a 35.000 unidades.

PVP 8€.

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