Francés de Jenjibre de Vietnam.
Exótico, misterioso, seductor, único y absolutamente natural.
Myanmar, Laos, Tailandia, Malasia, Camboya, el sur de China y Vietnam. A un lado el Golfo de Bengala y el mar de Andamán, el pacífico, al otro el mar de la china, al sur el golfo de Tailandia y Sumatra: Indochina. Desde 1887 y hasta marzo de 1945 -tras los diversos avatares de la zona durante la segunda guerra mundial- la Indochina Francesa.
El jengibre, un rizoma de zonas tropicales comúnmente empleado en la comida asiática como especia, como aperitivo, encurtido si tierno, o como especia picante y fuerte cuando maduro, al que se le atribuye propiedades afrodisíacas. El mismo con el que se elabora el ginger ale, o las galletas de jengibre, claro. El Jenjibre de Cantón, añadido a al aguardiente o al coñac por los franceses durante la colonización, fascinados por su sutil sabor.
Y la tradición de licorera de una familia, de Norton Cooper y el Chambord ( licor de cognac , frambuesas rojas y negras, miel y vainilla de Madagascar, típico del valle de Loira ) y sus dos hijos: Robert con su St.Germain (de flores de Saúco frescas) y John creador de un Domain de Cantón artesanal, elaborado a base de cognac en Francia con jenjibre cultivado e importado de Vietnam al que se le añade miel de Provenza, vainilla de Tahití, gingseng de Túnez y otras hierbas aromáticas de diversos rincones del mundo. Exótico, misterioso, seductor, único y absolutamente natural, fruto de la tradición y del saber hacer y la pasión de un hombre.