Especial Mumm.

La presentación lo es todo. No es suficiente el simple descorche de un champán, como si de cualquier espumoso navideño se tratara, cuando lo que está en juego es la reputación, el savoir faire, o el éxito de una exclusiva velada. Aquí no basta el conocimiento; las maneras, los utensilios, la preparación y la presentación son fundamentales para el éxito, como la elección del champán adecuado, la temperatura idónea, el modo de descorchar la botella, el tipo de copa o el modo de servirlo.

Cien pequeñas normas a tener en cuenta son las que nos propone G.H.Mumm en sus Champagne Protocoles con dos cofres diferentes: el Gift Box, un pequeño kit de somelier en una caja blanca de madera con una botella del emblemático Cordon Rouge de G.H Mumm que incluye un abridor exclusivo, stopper, el lito con el que vestirlo y un pequeño cajón con las tarjetas ilustrativas de los Champagne Protocoles, por unos 85€; y el Protocoles Deluxe Case, del que sólo podremos encontrar 10 unidades en España. Un cofre blanco con un caballete sobre el que colocarlo, al modo de los escritorios móviles de Napoleón, en además de un Cordón Rouge y un MIlésimé 2004 encontraremos un abridor para descorchar el champagne sin esfuerzo, un termómetro para controlar la temperatura ideal para servirlo diseñado por el Chef de Cave de G.H. Mumm Didier Mariotti, un stopper para conservarlo una vez abierto, una cubitera diseñada por Patrick Jouin, el luto, unos guayes de somelier, un cuaderno de degustación y 29 tarjetas con la selección de los 100 Champagne Protocoles de la casa.

Y para que el Cordon Rouge se conserve a la temperatura idónea más tiempo, GH Mumm ha ideado el Protocole Bag, una funda en blanco que tras meterla en el frigorífico a 2ºC unas dos horas y media conservará el champagne a la perfecta temperatura para su degustación unas dos horas más.

No hay escusa que valga para no ser un auténtico somelier, para no sorprender y para no satisfacer a los más exigentes.