El árbol de la fiebre.

El árbol de la fiebre es el padre de la quinina, cuyas propiedades conocemos bien ya de siglos atrás...

El árbol de la fiebre es el padre de la quinina, cuyas propiedades conocemos bien ya de siglos atrás, desde el SXVII, cuando la condesa de Chinchón descubrió el uso que de ella hacían los incas; pero no fue en realidad hasta dos siglos después que los ingleses mezclaran la quinina con agua y azúcar para llevársela a la India y tratar así de prevenir allí, en su imperio creciente, la malaria, conocida como ‘la fiebre’.

Esa debió ser la primera tónica, de ahí que tenga algo de jarabe y también que a alguien se le haya ocurrido fever tree como nombre perfecto para bautizar la suya en 2012, que no es la primera tónica ni hará el primer gin tonic pero no por eso es menos deliciosa…

Descubierta la quinina por una española y convertida en tónica por los ingleses, fueron también ellos quien le dieron su toque de ginebra y popularizaron el gin tonic, un combinado tan british en su origen como el propio té.

Fue tal la conquista de los gustos que protagonizó el gin tonic colonial que los británicos no podían satisfacer la demanda, ni desarrollar el cultivo del árbol de la fiebre al por mayor, cosa que intentaron sin éxito con semillas de árbol de la fiebre de origen ecuatoriano; los holandeses estuvieron en cambio más vivos, e hicieron lo propio y con éxito con semillas de origen peruano que les facilitó Charles Ledger allá por 1721; eran las suyas semillas de la quinina buena, la que que descubriera nuestra castiza condesa…

Y desde entonces hasta ahora… más quinina en elaboraciones cuidadas con ingredientes escogidos para que elijas tonic y disfrutes del gin; aquí tienes una selección de las mejores, las que te hemos ido presentando con contando en loff.it.

 

El árbol de la fiebre.



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