Agua del paraíso.

Pocos nombres son tan evocadores del paraíso terrenal como las islas Fiji, un lugar privilegiado del Océano Pacífico que todos asociamos a la pureza y a la completa ausencia de contaminación.

Y lo cierto es que esa imagen idealizada se encuentra muy cerca de la realidad. Gracias a ello presumen de obtener, en un acuífero artesano situado a cientos de metros bajo su selva, una de las aguas más puras que se pueden saborear en todo el planeta y que obtiene su exquisito sabor tras filtrarse a través de numerosas capas rocosas que, a la vez que la limpian de impurezas, le aportan ciertos minerales como el calcio o el magnesio. Éstos le dan, además de los indudables beneficios para la salud, una sueva sensación en boca al ser degustada.

Con un compromiso con la preservación del medioambiente que les ha llevado a convertirse en una de las mayores empresas que participa en el movimiento ‘1% for the planet‘ que promueve la donación de esa parte de sus ventas a causas ambientales, el agua de Fiji se ha consolidado como una de las principales marcas de agua embotellada premium.