Es una de las bebidas más calóricas, pero al mismo tiempo más sabrosas del verano. La horchata valenciana no deja de sumar adeptos y se mantiene siempre como la mejor opción contra el calor.
En la península Ibérica no se sabía nada de la chufa hasta que la introdujeron los árabes en el siglo VIII, concretamente en la comarca valenciana de L’Horta Nord, por lo que, desde su nacimiento en nuestro país, la horchata ha tenido siempre un carácter levantino innegable. Eso sí, el nombre no es de procedencia árabe, como su ingrediente principal, sino latino, pues viene de la palabra que significa cebada, con la que se hacía originariamente esta bebida.
Imposible no sonreír cuando nos cuentan la leyenda popular que enlaza la bebida con el rey Jaime I de Aragón. Dice que este llegó a Valencia y una sirvienta le ofreció un cuenco lleno de una bebida muy llamativa, fresca, blanca y dulce. Al beberla, el monarca exclamó la mítica frase ¡Aixo no es llet, aixo es OR, XATA! (Esto no es leche, esto es oro, guapa).
Sea verdad o no, lo que es ‘oro puro’ es la horchata en estos cinco templos que, eso sí, no están solo en Valencia.
Con dos siglos ya de historia, esta horchatería es una de las más antiguas de la ciudad de Valencia. Además de por la calidad de su horchata, destaca por la decoración con cerámica de Manises. Está en el casco histórico de la ciudad, por lo que llegar a ella es sencillo. En Santa Catalina la encontramos líquida, granizada, en crema…
Encontrarse en la mismísima avenida de la Horchata da para mucho juego en Panach, otra de las horchaterías más renombradas de Valencia. Además, aquí es posible irse con regalos, pues si se consigue beber 1 litro de horchata y 300 gramos de fartons en una hora, te llevas un lote de productos y un lugar en el ‘muro de la fama’ del local.
Aunque la historia se remonta a 1979, es la segunda generación la que ha convertido a Dolz en una horchatería de referencia 2.0, ya que se ha aliado con la tecnología para dar alas a la horchata y que sus creaciones estén en menos de 24 horas en cualquier lugar. Tradición y clasicismo en la receta; modernidad e innovación en el concepto.
Con casi un siglo de experiencia en la Ciudad Condal, el apellido Sirvent está asociado a lo mejor de los dulces levantinos por toda España. En Barcelona no iban a ser menos. La horchata, en este caso, se elabora manteniendo el método tradicional, al igual que el turrón en invierno. Y es que no es posible encontrar la mejor horchata fuera de temporada aquí.
Elaborada diariamente con chufas de Alboraya (Valencia) y según receta centenaria, la horchata de Nossi-bé es la mejor de Bilbao. En 1911 abre este local como tostadero de café y pastelería y hoy es su heladería y horchatería lo que más mueve en verano a los locales. Es una parada imprescindible por su originalidad en las recetas y su calidad de ingredientes.
Si hay que buscar la horchatería más antigua de la capital española, hay que visitar el no menos castizo barrio de Tetuán. Convertido hoy en un crisol de culturas, los valencianos José y Pepina abrieron este negocio en 1945, ahora en manos de las siguientes generaciones. También mantienen la receta tradicional en la leche merengada, pero es la horchata la estrella del local.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
