En buena cabeza.
Sus artículos son un lujo, una maravilla para los sentidos. Su objetivo: "fabricar los cascos más bonitos del mundo”.
Jéròme Coste es francés y temerario por naturaleza. Siete traumatismos craneales que sorprendentemente no le provocaron ninguna consecuencia grave, hicieron que despertara su interés por los cascos, que al principio sólo materializó a través de su espíritu coleccionista.
En 2001 mientras leía la revista japonesa de motos Street Bikers, descubre un universo en el que la moda y la cultura motera coexisten, y eso hace que cobre fuerza su idea de crear una marca de cascos que combine diseño clásico con tecnología moderna.
Y así en 2004 nace Ruby con la fabricación del modelo Pavillon, que en 2007 comienzan a comercializarse en el concept-store Colette de París.
Hoy la marca ha crecido y no sólo diseña cascos, también chaquetas, monos y guantes. Y además se atreve con la venta y la creación personalizada de cascos online que rondan entre los 700 y los 1000 euros.
Sus artículos son un lujo sin lugar a dudas, una maravilla para los sentidos, cosa que no es de extrañar, teniendo en cuenta que su objetivo es fabricar “los cascos más bonitos del mundo”, una mezcla de seriedad y seducción, ligereza y comodidad.