Sportage, un felino de ciudad.

Llevaba días observándole, persiguiéndole con la mirada entre cafés y reuniones. Ella, madrugadora compulsiva, adicta a los trajes de chaqueta y a los perfumes intensos. La treintañera de mirada esquiva de la oficina, alterada por un hombre que prefería los jeans a los pantalones de pinzas y sobre azucaraba el cortado de media mañana. El chico nuevo, fan de los Black Keys, alto, atlético, de aires despreocupados y sonrisa arrebatadora.

Eran las tres de la tarde del viernes. Él apagó su ordenador y se fue. Empezaba el fin de semana, 48 horas por delante, su GPS actualizado y unas ganas infinitas de perderse entre rutas por descubrir. Arrancó su Kia Sportage y salió de la ciudad.

Hay coches capaces de convertirse en parte de una historia, mimetizarse con sus protagonistas, como el Kitt de Michael Kight o el Batmovil del hombre murciélago. Eso le sucede al nuevo SUV compacto cinco plazas de la marca surcoreana, un auténtico felino sobre la carretera, fabricado en sus instalaciones punteras de Eslovaquia.

El Sportage de Kia está disponible en motores diésel o gasolina con capacidades que van desde los 1,6 litros GDI gasolina y 1,7 diésel a los 2 litros, con potencias que alcanzan los 184 CV, según el modelo, y que reducen a menos de 140 g/Km las emisiones de CO2. El Sportage presenta opciones de tracción tanto a 2 como a 4 ruedas y transmisiones de cinco o seis velocidades manuales, o bien, seis velocidades automáticas.

El modelo más robusto de la casa coreana cuenta con una capacidad de carga de las mejores de su categoría, que varía entre los 564 litros -con los asientos traseros ocupados- y los 1.353 litros si éstos se pliegan. Por otro lado, este modelo integra dirección eléctrica y suspensión trasera multienlace totalmente independiente, garantizando una intrusión mínima en el espacio del habitáculo y maletero. El Sportage incluye también tapicería en piel, faros delanteros, luces de freno LED, sensores de lluvia, sistema de arranque electrónico y climatizador automático.

Todo ello convierte al felino de Kia en un valor seguro sobre el asfalto, ideal para los intrépidos más exigentes que buscan el aliado perfecto, su DeLorean particular. Como él, el chico nuevo, el de la admiradora secreta y los cortados no aptos para diabéticos, ese que hoy empieza su aventura al volante.