i Concept.

Los concept car nos acercan al futuro de los sueños, de los desarrollos tecnológicos en nuestros vehículos. Al menos en su concepción, porque la verdad es que estos dos concept car son ya mucho más que un sueño. Presentes en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra de este año, representan los últimos avances prácticos de diseño y tecnología orientados a conseguir mejorar las prestaciones para con nuestra movilidad y al tiempo las más altas cotas de sostenibilidad.

Y con esas premisas, estos dos modelos comparten desarrollos similares y son al tiempo, dado el carácter de cada uno, diferentes. El BMW i3 Concept es un vehículo de ciudad completamente eléctrico de hasta 170CV, un 4 plazas amplio, compacto y ágil, pensado para facilitar la circulación urbana y el aparcamiento en los espacios reducidos. El BMW i8 Concept es un deportivo con mayúsculas (puertas de apertura hacia arriba en forma de ala, incluídas), dinámico y eficiente, un híbrido también de 4 plazas pero con dos motores: uno eléctrico situado en el eje delantero y otro de combustión (3 litros a los 100) de tres cilindros y 223CV en el trasero gracias al que se puede disfrutar de una conducción dinámica y potente en carretera.

El diseño estructural de los BMW i se desarrolla sobre la base de las necesidades de un motor eléctrico de altas prestaciones, con una extra ligera y resistente estructura de aluminio reforzada con material sintético que se refuerza con fibra de vidrio y por cuestiones de sostenibilidad se utilizan materiales renovables, fibras naturales y cuero curtido en un interior amplio y espacioso pensado también para el máximo confort. En el diseño exterior es evidente su arquitectura Life-Drive que divide el vehículo en tres ‘layers’ visibles, el módulo Life sobre el módulo Drive (c) revestidos con los paneles laterales.

Técnicamente, ambos disponen de todos los adelantos técnicos imaginables, los que hemos podido ver y desear en el cine: sistemas de asistencia al conductor, al estacionamiento, a la navegación, en atascos, sistemas inteligentes de navegación, planificador intermodal de rutas, conectados todo en red para que puedas saber, por ejemplo, desde tu iphone el estado de las baterías, que por cierto tardan unas cuatro horas en cargar enchufado el coche a la red normal, pero que permiten, en el caso del i3 una gran autonomía y una aceleración de 0 a 60 en 4 segundos y en el i8 hasta 35 kilómetros, claro que este alcanza con su motor de combustión los 100 en menos de 5 segundos. Y ‘detalles’ como las luces láser que reducen el consumo a la mitad de unas LED, o el sistema ‘one-pedal-feeling’ por el que el pedal de aceleración se convierte en el de frenada aprovechando la energía cinética para propulsar el vehículo y cargar las baterías.

Dos modelos de coches pensados para el futuro que nos gustaría poder disfrutar en este presente.

www.bmw-i.es