Flying Spurs.

Al ver este nuevo coche, de inmediato he recordado que en la novela Il Gattopardo de Lampedusa, Tancredi le explica a su tío Fabrizio Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie. No pretendo acusar al fabricante de la B alada de gatopardismo, pero me sirve para comentar que cuando intencionadamente se quiere conservar una excepcional combinación de maniobrabilidad, lujo, artesanía, diseño y tecnología, sin tocar un ápice de su tradicional carácter, hay que pensar mucho qué cambiar para que todo siga igual.

En el frontal del nuevo Flying Spurs de Bentley, entre los faros bixenón con luces LED complementarias, se halla la tradicional rejilla matricial cromada, lo que proporciona a la parte delantera un aspecto robusto y contemporáneo. Con sus sólidas y envolventes luces traseras, elipse dentro de una elipse, recuerda las prestaciones de la marca, potencia y rendimiento. Pero ningún otro elemento exterior insinúa mejor su potencia que las pronunciadas líneas de su exterior de aluminio –que mejora un 14% la relación potencia/peso-, y la amplia curva que discurre desde la ancha cadera trasera por todo el lateral del automóvil. A eso se añade las nuevas y lujosas tomas de aire con un diseño inspirado en la B de Bentley.

No es casual que el nuevo Flying Spurs sea la berlina de lujo más rápida del mundo y tenga más potencia que cualquier otro Bentley de cuatro puertas en la historia. Para que todo siga como está, gracias al conocido y prestigioso motor W12 de 6 litros que ahora es capaz de desarrollar 625 CV, lanzarlo de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y hacerle alcanzar una velocidad máxima de 320 km/h. Para que todo cambie, ahora monta una caja de cambios automática de ocho velocidades ZF, en vez de seis como en el modelo anterior, haciendo más cómoda la conducción y mejorando el consumo un 13%. Por supuesto, para que todo siga como está, siguiendo la tradición, transmite la potencia a través de la all-wheel-drive, modificándose electrónicamente un 40:60 la relación entre ruedas, para poder conducir con total seguridad y comodidad en todas las carreteras y condiciones meteorológicas.

Para que todo siga como está, el ambiente interior sigue siendo de una de absoluta calma. Para conseguirlo, además de la especialmente diseñada insonorización instalada en el suelo y las puertas, la rigidez a la torsión de la carrocería aumenta un 4%, los amortiguadores cambian la dureza de la suspensión en función de la velocidad y, también modifican la altura de la carrocería, porque no es lo mismo ir a 100 km/h que a 250 km/h.

Para que todo siga como está, los acabados de serie son difícilmente superables. Para la carrocería puedes elegir entre una gama de más de 100 colores distintos, las posibilidades de elección entre los acabados del interior, elaborados al 100% de manera artesanal, no se quedan atrás. Utiliza 10 m² de madera natural con 7 acabados posibles y para el tapizado de piel de los asientos, más resistente y suave, se puede elegir hasta doce colores, o diecisiete, si se elige la opción Mulliner Driving Specification.

Y a mano también se ha equipado toda la tecnología digital del coche. El sistema de pantalla táctil delantero de 8” lo controla todo. El sistema de audio opcional Naim for Bentley, dotado de 11 altavoces independientes y control de sonido envolvente, permite disfrutar de un sonido de optima calidad, almacenado en un HD de 64 Gb., en tarjetas SD o desde un iPod. Entre las opciones para los asientos traseros, funciones se incluyen las funciones de ventilación y masaje como complemento de la calefacción de los asientos, que puede controlarse con el control remoto de pantalla táctil. La Multimedia Specification incluye además dos pantallas LCD de 10” y dos reproductores de DVD con puertos USB, conexiones HDMI y ranuras para tarjetas SD. Un punto de acceso Wi-Fi integrado permite la conectividad total.