Dendrobium. El superdeportivo de Singapur, o la orquídea más rápida del mundo.

Vanda Electrics no tiene nombre de fabricante de coches, las cosas como son. Por mucho que se estén popularizando los coches con motor eléctrico, Vanda Electrics es nombre de marca de condensadores y placas base. Pero la verdad es que esta empresa de Singapur, para no tener un nombre muy de coches, los hace de maravilla. O al menos eso parece al echar un vistazo a las imágenes del Dendrobium, un prototipo de superdeportivo que resulta ser el primero de su clase procedente de la floreciente ciudad estado asiática. Lo que está claro es que con ese «Electrics» de apellido, este concept-car de aspecto rompedor y futurista estará propulsado por un motor eléctrico.

Claro que hablando de nombres, Vanda Electrics no es el único que está asociado a este relámago de cuatro ruedas. El otro es nada más ni nada menos que Williams Advanced Engineering, los cerebros detrás del equipo de Fórmula 1 que definitivamente si que nos suena a cuatro ruedas y un motor, y además lanzado a grandes velocidades. Sin tener aún número con los que determinar la fiereza de la bestia, nos tenemos que conformar con saber que el Dendrobium tomará prestado de la Fórmula 1 las distintas configuraciones de su propulsor, el chasis monocasco en fibra de carbono y la búsqueda de un perfil aerodinámico muy activo a través de sus diferentes alerones, conducciones de aire y líneas de diseño, definitivamente futurista. Parece ser que el interior estará al nivel de lo visto por fuera en cuanto a materiales utilizados y aspecto y usos propios de un coche tan rompedor.

Por último, y sin dejar de referirnos a los nombres, el del Dendrobium viene de una variedad específica de orquídeas, que por lo que parece, es similar en cuanto a su forma al coche cuando sus puertas están abiertas. Parece un poco rebuscado, pero para cuando sea presentado en sociedad el bólido de Vanda Electrics y Willians, en el próximo Salón de Ginebra en Marzo, el que tenga en la cabeza perspectivas de hacerse con uno, lo que menos le va a importar es el nombre. Seguro.