Woot Woot.
El yehaa de las bicicletas es de origen holandés.
Dice la sabiduría popular que los amigos no tocan, se eligen, y en tanto que se eligen, uno trata de hacerlo por cuestiones de afinidad, de gustos, de sensaciones de bienestar, que de ahí sólo pueden salir cosas buenas.
Algo así les ocurrió a ellos. Tres amigos, que como buenos holandeses, compartían pasión por el diseño y las bicicletas. Podrían ser clichés, pero resultó que ese gusto común, les llevó a la creación de las Woot bikes.
Unas bicicletas que bajo ese nombre vitorean, probablemente el hallazgo de encontrarse, pero sobre todo el haber conseguido desarrollar un biciclo por 650 euros, con manillar de madera de nogal y fresno, sillín de cuero ergodinámico, estructura de cromoly resistente a la torsión, y de uso en la construcción de los aviones, y unos neumáticos de caucho L3R, común en motocicletas por su increíble durabilidad, agarre y perfil ligero.
Excelencia a dos ruedas. Una invitación a recorrer, a disfrutar de lo que ves, de lo que tocas, sintiendo que siendo el camino lo de más, sólo será así de hacerlo sobre una Woot.
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