El yate “fantasma” de Vitters, un barco diferente.

El astillero holandés Vitters se propuso hace unos años crear un yate que surcara los mares con rapidez, que fuera radical y sobre todo, diferente. Así surgió el Ghost, una nave ligera, de alto rendimiento, de 37 metros de eslora, y con un casco y una superestructura elaborados íntegramente con fibra de carbono que fueron diseñados por el equipo italiano de Luca Brenta & Co.

El color gris metálico encaja perfectamente con el estilo minimalista que la firma holandesa pretendía imponer y que se ha trasladado no sólo al ámbito del diseño del barco, sino a otros muchos aspectos y componentes del mismo.

Una de las cosas que llaman la atención en este yate es el panel extendido de la claraboya que cubre prácticamente toda la superestructura. La cabina de mando está perfectamente conectada con el interior y el exterior de la nave, siendo evidente en el diseño y la composición de las dos áreas adyacentes.

La construcción de este barco fue un verdadero desafío para los astilleros de Vitters, ya que no era la primera vez que trabajaban para realizar un casco tan extremadamente ligero; pero el conseguirlo fue sin duda alguna uno de los mayores retos de este proyecto. Junto al motor Caterpillar 3196 C, cuenta con dos velas de 405 y 1.278 metros cuadrados que permiten al Ghost alcanzar velocidades de vértigo.

En su interior, cuenta con todo tipo de lujos: una suite para el capitán del barco y dos habitaciones de invitados, además de los camarotes para el capitán, el ingeniero y un miembro adicional de la tripulación. Tiene también una cocina perfectamente equipada y un comedor donde puede reunirse toda la tripulación.

El Ghost es un yate ideal para cruzar los océanos velozmente o para realizar pequeños trayectos. Todos los detalles en él son cuidados y elegantes y como dicen sus creadores “su belleza reside en los ojos del espectador”. Y lo que el espectador ve en cada uno de los elementos del Ghost es el cuidado y la pasión que se han puesto a la hora de diseñarlo. Ahora, sólo queda disfrutarlo.