Delta 88, un yate deportivo para hacerte el sueco.
Delta 88 es el último modelo botado por Delta Yachts, una compañía sueca de diseño muy nórdico y lujoso.
El Delta 88 no es el yate más grande, ni el más largo, ni el más alto, tampoco el más caro ni el más rápido pero es, sin duda, de los que más nos gusta. Se trata de un yate de unos 25 metros de eslora que se presentó en Cannes el pasado septiembre y sedujo a todo aquel que se acercó a él.
Delta Powerboats es la firma naviera responsable de tan bella creación, un yate que es actualmente su carta de presentación, su último modelo, el más elegante y lujoso y el más largo que han botado hasta la fecha. Una embarcación de lujo y recreo que alcanza, con su motor Volvo, los 37 nudos.
Si algo destaca al primer golpe de vista, es el estilo sobrio y elegante tan propio del diseño nórdico, y es que Delta Powerboats es una firma escandinava que nació por obra, arte y deseo de tres profesionales –Lennart Alpstal’s socio mayoritario, Karl Wessel responable de marketing y ventas y Lars Modin responable de diseño– hace poco más de diez años, un tiempo corto para una compañía como ésta pero que en Delta Powerboats han sabido aprovechar como pocos ¿el resultado? el resultado es el que podríamos llamar su flagship yate, su modelo de referencia, uno, el que vimos en Cannes, único hasta la fecha y que no tardará en tener un gemelo porque la segunda unidad está actualmente en fabricación.
Por su diseño exterior, el Delta 88 es un yate de línea deportiva que esconde en su interior un mundo de comodidad, lujo e incluso sofisticación; este barco dispone de cuatro camarotes y un quinto para la tripulación que, en un yate de estas características, se estima será de cuatro personas; llama la atención el sofá en forma de U, la acogedora decoración interior en madera, también las elegantes mesas plegables y, en general, el lujo que trasciende a todos los espacios interiores del yate; dispone además de un garaje que incluye una Williams jet Ribs y espacio para una segunda unidad.
En cuanto a su exterior, el Delta 88 ofrece cubiertas en proa y popa con sombrillas automáticas y un mundo de asientos y cojines para que disfrutes de la navegación.
Se trata, como decíamos en el titular, de un yate para hacerte el sueco, para salir a navegar y olvidarte del mundo, para abstraerte y disfrutar del mar y de tu soberbio yate… el Delta 88.