26 metros de eslora a capricho.

Con exactamente 26,30 metros de eslora y una manga máxima de 6,46, no es el yate más grande ni el más espectacular de cuantos navegan a nuestra vista pero es de los más lujosos y confortables. Del astillero de Monfalcone en el Adriático norte, el el MCY 86 de Montecarlo Yatchs (de Benetau Group Company), es ante todo un gigayate con cantidad de posibilidades de personalización a gusto del propietario.

Aunque su eslora es considerable, las ingeniosas soluciones técnicas y de diseño permiten configurar los espacios del casco para disponer de 3 a 5 cabinas en 5 formatos diferentes dentro de los altos estándares de comodidad y confort habituales en el constructor: dos grandes suites y una cabina con literas; una mega suite independiente, una doble y otra de dos camas individuales; dos suites y dos cabinas con camas dobles o literas; tres cabinas con literas o camas individuales y dos suites… Con accesos independientes para separar el área privada de la de la tripulación, el MCY 86 puede alojar hasta 12 personas.

Hermés, Armani, Pierre Frey y Poltrona Frau son parte de la decoración de todos los espacios para darle un acabado de lujo contemporáneo y eterno, de calidad y estilo, desde las cabinas hasta el flydech. Lo que se completa con maderas de primera calidad, alabastro blanco de Volterra, mármoles o mosaicos venecianos de cristal de murano. Lo mejor del Made in France y lo mejor del Made in Italy, declaran.

La cubierta principal aprovecha hasta el último centímetro posible para convertirse en un gran espacio de disfrute, desde una confortable proa en la que sus anchos sofás permiten disfrutar con amplitud del sol y del mar, con una mesa central y la posibilidad de levantar un toldillo, pero lo más significativo son los espacios interiores y la terraza trasera protegida por el Flybridge, la confortable cabina de mando, el salón interior con posibilidad de mantenerlo abierto a la terraza trasera. Y el flybridge, quizás ese lugar en el que todos querríamos disfrutar de la navegación, con dos zonas de sofás en los que disfrutar de la travesía cómodamente sentados, la terraza trasera perfecta para unas tumbonas y un jacuzzi al que no tenemos nada que objetar. El frlybridge dispone además de un techo plegable que despeja la última cubierta para disfrutar del cielo, de las estrellas o del sol.

Aunque no es el yate más grande del mundo pero es sin duda uno de los más imponentes, por su elegante diseño, por el flybridge, por los interiores y los espacio, por los acabados … y por detalles como las dos plataformas-terrazas laterales que se pueden abrir también en marcha para disfrutar de la navegación como nunca antes. Elegante, singular, llamativo, el MDY 86 es «el» yate.