Hogar, perfume, hogar.

En el crepúsculo, la fragancia de estas flores embriagadoras cautiva y seduce...

Un abrazo de rosas búlgaras y de hojas de grosella negra en homenaje a la fragancia L’Ombre dans l’Eau: Baies.

Las primeras velas perfumadas de la casa francesa Diptyque son de 1962, tan sólo dos años después de que Gautrot, Coueslant y Knox-Leet abrieran las puertas del 34 del bulevar de Saint Germain de París.

Una sofisticada mezcla de maderas, tan cálida como una lumbre de leña: Feu de Bois.

Aquellas velas Aubeépine (espino), Thé y Canelle fueron las primeras de una colección de inigualables velas y aromas creados con sabiduría, sumo cuidado y una excepcional disposición a la excelencia. Ceras minerales y vegetales seleccionados por expertos artesanos que se encargan de la fabricación a mano, en once distintos pasos, cada una de ellas, única, perfecta.

La calidez de la madera de higuera, la frescura de sus hojas y su savia prolonga los placeres de la fragancia Philosykos: Figuier.

La selección de los aromas se hace a conciencia y siempre con la inspiración de un viaje, de un recuerdo, un lugar, de la naturaleza. Perfumes con memoria y emoción, como estos que son los de más éxito de la casa: Nardo, Bayas, Higuera y Lumbre de leña. En vaso de cristal soplado con colores identificativos rojo, negro, verde, gris y el característico sello de Dyptique con el nombre del producto en cada uno de ellos, te garantizamos que harán de cada rincón de tu hogar una experiencia y una emoción.

En el crepúsculo, la fragancia de estas flores embriagadoras cautiva y seduce: Tubéreuse.

diptyqueparis.com

Una colaboración especial de:K.

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Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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