Enganchados a las monodosis.

¿No te gustaría saber qué cosméticos usan los dermatólogos?

Si nunca te has hecho una operación de estética quizá no sepas que, al abandonar la clínica y junto a otras indicaciones (como procurar no llorar si te has retocado los ojos…), te recomendarán utilizar un tipo concreto de cosméticos. Son fórmulas que ayudan a la piel a recuperarse tras el trauma de una intervención.

Con el boom de la cirugía, algunos dermatólogos y ciertas clínicas decidieron crear sus propias líneas. El mismísimo Ivo Pitanguy se subió a este carro enseguida.

Aparte del aval con el que cuentan por parte de esos doctores y centros médicos que han colaborado en su formulación, estas cremas de uso doméstico e inspiración profesional resultan muy eficaces debido a la alta concentración de principios activos con que están formuladas. Una concentración que se encuentra justo en el límite de lo que estipula la ley para productos de uso casero.

Una de esas líneas es Pro-Care. La recetan en Elysée Montaige y Paris Spontini e incluyen generosas dosis de ácido hialurónico y colágeno, con lo que sus poderes hidratantes son muy rápidos. Sirven igual a hombres y a mujeres pero a ellos (y a nosotros, todo hay que decirlo) lo que les ha conquistado definitivamente es su packaging y su formato en monodosis. Las cajas de los Pro-Care tienen un aire de fármacos que transmiten seriedad y confianza. Y los sobres monodosis son discretos y pequeños pero contienen las raciones diarias idóneas para atender las necesidades de la piel.

¿Nuestro favorito? Pues no acabamos de decirnos entre las varillas de plástico de Magic Bar que, impregnadas de una fórmula antiojeras, nos recuerdan a las que usa Grissom para tomar muestras de ADN; o las mascarillas antiedad e hidratación que se presentan como velos de algodón transparente tipo momia… Las tienes en 2artbeauty.



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