Papá Noel existe.

Papá Noel existe, y yo lo he visto, en el lugar donde los sueños y los deseos se cruzan.

Así presenta Nicolas Degennes las texturas y colores con las que, de la mano de Givenchy, nos propone decorarnos en las fiestas a las que nos acercamos cada día un día mas; empieza por despertar la ilusión, acudiendo a la fe en la magia que un día tuvimos, e hila un cuento de Navidad en el que los sueños se convierten en deseos de los que se cumplen… y los deseos no son más que la magia que contienen sus armas para presumir, una colección de maquillaje que se compone en los contrastes: oscuridad y luz, noche y día, luna y sol…

Le prisme enchanté es una cajita mágica que esconde cuatro tonos para ensombrecer y dar luz al rostro en función de la hora del día, el momento y la ocasión.

Conocíamos l’or Celeste, polvo de purpurina en oro para iluminar el rostro en sol y también el escote o el cabello… Givenchy nos trae ahora la versión luna y noche, l’argent Celeste.

Los labios son discretos protagonistas de este nuevo look porque, lejos de acercarse a los rojos apasionados, se quedan en el beige, beige rosado o bajo un velo en plata.

Y no escondas las manos… porque la magia llega también a las uñas en forma de color, en un tono mate nacarado que evoca plata.

Si esta Navidad no cierras los ojos y abres el corazón a la magia, si no luces en plata y oro… será por despiste porque, claro, hablamos de una edición limitada…

Givenchy