On the road.

Como decía el poeta: caminante son tus huellas el camino y nada más...

Como decía el poeta: caminante son tus huellas el camino y nada más, caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Mucho antes de que Teresa naciera, Jorge y yo habíamos hablado muchas veces sobre hacer camino con nuestros hijos. Enseñarles todo más allá del lugar que eligiésemos para vivir, por la importancia de conocer, de ver, de dejar huella, de hacer camino.

Y la semana pasada fue nuestra primera vez. Los tres. Nuestro destino: Madrid. 400 kilómetros de recorrido en coche, que por ser la primera vez, creímos que sería complicado. No por nostros, claro, sino por ella.

Pero como ya viene siendo una costumbre, nos sorprendió su predisposición, su resistencia y sobre todo su serenidad, ya no sólo en el trayecto, sino durante nuestra estancia en la capital. Creo que a ella, como a nosotros Madrid le embaucó. Para nosotros fue el principio de nuestra historia, sin Madrid en nuestro camino, Teresa no estaría. Y creo que ella debió intuir nuestro apego madrileño, mientras en sus ojos azules se concentraban la gente, los edificios, las calles… que tanto su padre como yo recorrimos tantas veces.

Desde el punto de vista logístico, fue un poco aventura. Porque eso de tener que prever ropa y pañales para cuatro días, pues que sigue siendo un ejercicio de prueba y error. De hecho el cálculo de pañales se nos quedó corto y la previsión de bodies y ropa fue demasiado justa. Un cambio más y nos hubiera tocado comprarle un nuevo modelito… que tampoco hubiera pasado nada.

Y en cuanto al viaje en carrertera, definitivamente mejor la noche que el día. Porque siendo tan bebé, la oscuridad ayuda, sí, pero sobre todo el cansancio del transcurso del día, que hizo que a la ida casi durmiera del tirón, y que sólo hiciéramos una parada. Mientras que a la vuelta tuvimos que descansar cuatro veces (cuatro tomas), y sacar toda la artilería juguetil que en caso de necesidad había previsto para el viaje.

En resumen, una experiencia a repetir, un destino para volver y 800 kilómetros que quedan anotados ya en su recorrido de vida, junto a nosotros y en compañía de Delia, Clara, Marta, Jorge, Nadia, Ricardo, Silvia, Ana y Berta.



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