Las zapatillas negras.
Colores te da la vida, pero paso a paso, porque cada edad tiene los suyos.
El miércoles quedé a comer con una amiga que en unos meses será mamá. Hacía tanto que no nos veíamos, y que por esas circunstancias de la vida sólo nos había dado tiempo a saber que estábamos bien sin ahondar, que sólo después de tres horas dimos por zanjada nuestra puesta al día. Hora y pico mientras comíamos y la otra mitad recorriéndonos el centro de Madrid como quien busca un tesoro.
Y no es que yo quiera exagerar, es que lo que buscábamos se había ganado a pulso tal distinción. Unas zapatillas negras. Sí, unas de lona con goma en el empeine. De esas que todos hemos usado alguna vez. Yo las tenía cuando hacía ballet y mi hermana cuando entrenaba en gimnasia deportiva.
¿Y entonces cuál es el misterio? Porque si haberlas haylas, ¿qué es lo que pone su búsqueda en la categoría de retos imposibles? Yo os lo explico: el número y el color. Y aquí entramos en esas cosas que parecen tonterías, pero que en el fondo tienen todo un estudio de mercado bastante desarrollado.
Empiezo por una conclusión: nuestros hijos son bebés hasta la talla 23 de zapato, a partir de ahí ya son niños. Y eso quiere decir que hay colores, abalorios y demás complementos que difícilmente encontraremos para vestirles los pies.
En nuestro caso no hay problema. Nosotros siempre hemos sido más de tonos suaves, así que un negro no nos resultaba opción dentro del vestuario de Teresa. Pero la función de final de guarde obliga. Y así llevamos dos semanas entre Alicante y Madrid, buscando las preciadas zapatillas, y de ahí la «búsqueda del tesoro».
Y no hay forma. El negro en talla 20 es una misión casi imposible. Algún modelo encontramos, con calavera y estrellas en ristre, que sumado a la imagen recurrente de los pequeños de los Adams, sólo ayudaba a la tonificación de nuestras piernas. Que si lo que llevamos andado, lo hubiéramos hecho con podómetro en mano, el resultado nos hubiera regalado con seguridad un Guinness, y eso sin querer exagerar, que ya sabéis que no me gusta.
Aún tenemos algo de tiempo. Otro par de semanas de búsqueda, así que lo mejor será dejaros con un continuará, que siempre es más esperanzador.