I’m fine.
Que es lo que tiene aprender idiomas, y sentirse la mar de a gusto.
Dos años dos, son los que Teresa lleva experimentando con el lenguaje. Desde los sonidos más básicos, los más primarios, hasta el último «nou». Y yo con esto último me río mucho, porque es muy simpático empezar a escuchar sus primeras palabritas en inglés. Y digo palabritas, porque son pocas, y porque cuando ella las dice suenan así como pequeñas.
Este año el inglés en la guardería es algo más intensivo. Su profesora les habla en inglés, aprenden los colores, si el día está sunny o cloudy, y atienden a órdenes sencillas. Teresa es feliz con el «moning», que es la canción con la que empiezan el día, y que hemos escuchado una y cien veces (quizás exagero), en su enlace de Youtube. Y corre a chocar su mano cuando le dices give me five.
Pero quizás con lo que más nos reímos es cuando sin venir a qué, ella se acerca y mirándote a los ojos te dice «a fain», a lo que también responde tras un How are you?, seguido de una de sus sonrisas, y de un inevitable «te como a besos».
Y toda esta inmersión en la lengua inglesa, que en nuestro caso se intensifica los miércoles, con clases extra también en la guarde, este jueves se afianzó tras un disfraz de murciélago (ropita negra y unas orejitas de cartulina, no os vayáis a creer) y un «api auin», que es como en su inglés de 23 meses y 10 días nos felicitaba el día de los muertos.
Así que Happy Halloween, y a pasarlo bien, que por aquí nosotros estamos muy fine.