Una de las principales causas del fracaso
Si no intentas por la posibilidad de fracasar, entonces tú ya te estás rechazando de antemano, quiérete y al menos, inténtalo, ve en la dirección de tus sueños.
Una de las principales causas del fracaso es el no intentarlo. Y me dirás: «claro Fernando, cuéntame algo que no sepa«. Estoy de acuerdo, es una frase hecha, dicha y escuchada con tanta frecuencia, que no nos paramos a profundizar más, y es ahí donde se esconde el meollo de la cuestión. ¿Por qué según nos vamos haciendo mayores (no necesariamente adultos), intentamos menos cosas? vamos más a lo seguro.
Uno de los principales, por no decir el principal motivo, es el miedo a perder, perder lo que tienes, lo que eres. No intentas un proyecto empresarial, por si fracasas y con ello pierdes tu dinero, tu estatus, tus amistades, etc. No intentas buscar trabajo en otro sector, por miedo a ser rechazado, miedo a no estar a la altura, etc. No le dices a esa persona que no quieres tener más relación con ella por miedo a lo que puedan pensar los demás, miedo a ser mala persona, etc. No le dices a esa persona que te gusta y que te gustaría tener algo más con ella, por miedo a que no sea recíproco, al rechazo, a cómo puedas sentirte, a que esa sensación pueda ser peor de como te sientes ahora. Y así de forma infinita hay muchos ejemplos, en los que no hacemos algo por miedo a que el futuro pueda ser peor que este presente que vivimos, que aunque no nos guste, al menos ya lo conocemos, y quieras que no, bueno, de algún modo es soportable.
En muchos casos, en verdad en la mayoría, imaginamos un futuro mucho más catastrófico de lo que realmente será de darse un fracaso, y es más, si ya sabemos que existe la posibilidad de fracasar por un lado, el tiempo que dediquemos a pensarlo nos estará quitando tiempo de buscar soluciones alternativas para al menos reducir éste, y además estaremos viviendo hoy (por adelantado), las emociones que tal vez si hay «suerte» no tengamos que vivir nunca.
El posiblemente único beneficio de pensar en el fracaso, es para poder adelantarte a él, preparar un plan de contingencia, y determinar qué indicadores o alarmas podrían avisarte a tiempo, de que las cosas van por mal camino y así poder corregir rumbo, pero no mucho más.
Te invito a que aun midiendo las posibilidades de fallar, te comprometas contigo a intentarlo más, mucho más, ya que los sueños realizados se esconden detrás de los intentos y la incertidumbre, detrás de lo seguro ya sabes lo que hay, más de lo que ya tienes.