¿Quién manda en tu agenda?
Si no haces lo que es importante para ti, harás lo que es importante para otro.
¿Qué es lo primero que haces cuando comienzas el trabajo por la mañana? ¿Miras el correo?
Si bien realizas esta acción u otra parecida, ¿quién determina a qué dedicas el comienzo de la jornada? Los correos de spam, el mail de ese amigo, de ese cliente, etc.
Pero ¿qué es lo importante que tienes que realizar en ese día? Si mantienes ese hábito al final puede que termine el día y entre las distintas interrupciones no te haya dado tiempo a realizar eso que para ti era importante y sí hayas realizado aquello que era importante para otros.
Por ese motivo es imprescindible que comiences la jornada con un fin en mente, que antes de comenzar sepas con quienes has de contactar hoy y para qué, y qué tareas tienes que realizar hoy sí o sí.
Con este sencillo hábito podrás lograr enormes resultados en muy pocas semanas.
Hoy, ¿qué deberías realizar pasara lo que pasara?
Siempre es buen momento para comenzar.