La fórmula mágica para lograr un sueño.
Ingredientes de un sueño realizado: el sueño, visualizarlo realizado, su para qué, un plan de acción, foco en el resultado.
Muchas veces habrás oído y leído que si puedes imaginarlo entonces puedes crearlo; posiblemente uno de los autores mas relacionados con ese pensamiento sea Walt Disney, quién claramente soñó con imposibles y sus manos los convirtieron en posible. Pero no fue sólo con sus manos ¿qué mas ayudó?
Visualizarlo es necesario, ver en tu mente el resultado ya finalizado, y de hecho es también uno de los primeros pasos, pero también es necesario tener un propósito claro de «para qué» deseo lograr ese sueño, y fíjate que no hablo de «por qué», sino del para, ya que éste nos llevará a obtener una respuesta más emocional y menos racional (más fácil de lograr con el otro).
Es preciso encontrar motivos emocionales que nos lleven a desear querer lograr nuestro sueño, para que nos proporcionen la motivación de seguir adelante pese a los obstáculos que nos podamos encontrar en el camino.
Además, lograr un sueño no suele ser cosa de una única y aislada acción, por lo que hemos de decidir cuáles serán los pasos que nos acercarán al resultado deseado. Cuantos más pasos y con más detalle definamos más facilidad tendremos de llegar a buen puerto. No importa que luego, al andar el camino, haya que tomar decisiones que nos empujen a cambiar de dirección, dar un rodeo o tomar un atajo, el tener desde un principio un plan de ruta nos ayudará mucho.
Y por último necesitamos tener foco en el resultado. Durante este viaje podrá ocurrir de todo, dudas propias y ajenas acerca de en qué nos estamos embarcando, es lógico, si en verdad es un sueño no será algo que veamos realizar todos los días a nuestro alrededor, por lo que son razonables esas dudas, y bien utilizadas incluso convenientes porque así nos permiten seguir reafirmando nuestro para qué y reajustando el plan de acción según avancemos. También surgirán distracciones de distintos tipos, nuestra mira en el resultado deseado permitirá que no nos quiten ni tiempo ni energía para realizar nuestro viaje.
Si mantienes estas cinco cuestiones afinadas (sueño, visualización, para qué, plan de acción, foco en el resultado) va a ser difícil que no lo logres.