Jugar, una ventana a la felicidad.
Jugar es algo innato en nosotros, que nos proporciona felicidad y una vida más rica.
Jugar es una actividad básica que deberíamos realizar con frecuencia, y que desde nuestro crecimiento como «adultos» y la castración emocional que eso supone en la sociedad «civilizada» como ésta, tendemos a olvidar.
Cuando hablo de jugar no me refiero a jugar al fútbol, a las cartas o a un videojuego, voy más allá, me refiero a la actitud de juego, y ésta se puede tener pelando patatas.
Observa a un niño, para él todo es juego, incluso una tarea «seria» como ir a misa o a un museo, lo toma como un juego, recordemos que juego no significa falta de respeto o de aprovechamiento, solo es la forma en la que vemos las cosas, la forma en cómo las abordamos, y es infinitamente más placentera y aprovechada. En el disfrute nos entregamos más, ponemos más de nuestra parte y en consecuencia también obtenemos mayor provecho.
Te invito a que busques en cada tarea una forma de tomarla como un juego, y si esa acción ha de ser realizada con otras personas, que les propongas el juego a ellos. Observa el resultado que obtienes en cada una. Estoy seguro que serán mejores y disfrutarás más.