Aún no sabemos dividir, buen momento para aprender.
En lugar de dividir un problema en partes más y más grandes, prueba a dividirlo en trozos pequeños y manejables.
Sí, puede parecer increíble esta afirmación, pero es cierta. Aún no sabemos dividir, porque dividimos para perder en lugar de dividir para ganar.
Normalmente, en lugar de escoger un problema grande y dividirlo en pequeños trozos más manejables, lo que hacemos es dividir un problema pequeño y extraer trozos que terminamos haciéndolos enormes.
Si quieres obtener mejores resultados has de cambiar la forma en la que divides los retos a los que te enfrentas en la vida. Te invito a que cambies la perspectiva y la forma en la que los manejas. En lugar de coger una dificultad y darle «zoom» viendo como se divide en problemas mayores, y en consecuencia comenzar a tener emociones más paralizantes y negativas que nos dificultan estar en el mejor estado para afrontar las acciones que resolverán los retos que afrontamos, te invito a que tomes distancia del problema y lo veas como algo que sucede en un momento concreto y puntual en tu vida, pero que no es tu vida.
Desde esa distancia, veas en cuantas pequeñas partes puedes dividir esa situación (divídelo en tantas partes como sea necesario para hacerlo manejable) de forma que puedas abordar más fácilmente cada una de ellas, y de ese modo lograr mejores resultados. Así mismo dispararás en ti emociones de bienestar y de superación, que te pondrán en un estado más predispuesto para abordar los retos que tienes por delante y así conseguir éxitos donde antes veías fracasos.