Tres libros para recordar a Tzvetan Todorov, la voz crítica del siglo XX.
Tzvetan Todorov fue un escritor-pensador prolífico que buscó sin tregua el significado de “lo verdadero” en todas las disciplinas culturales e intelectuales.
En la vida de Tzvetan Todorov, dos acontecimientos históricos cambiaron radicalmente su destino especulativo. El primero sucedió en 1956. Acababa de matricularse en la Universidad de Sofía (su ciudad natal) cuando salió a la luz el «informe secreto» de Nikita Jrushchov sobre los crímenes de Stalin. Él, que había crecido inmerso en el totalitarismo comunista, adorando a Stalin y sus doctrinas, casi se derrumba al descubrir la realidad de semejante personaje. En realidad fue su mundo el que cayó, al tiempo que el mito estalinista se desvanecía entre sus crímenes. El segundo ocurrió poco después. Hungría pretendía despojarse del abrigo comunista. Una quimera. Un sueño efímero que los tanques rusos aplastaron por orden del mismo hombre que había reventado la leyenda de Stalin. Aquel vendaval de mezquindad y contradicciones supuso una falla en el pensamiento ingenuo de un muchachito que recién cumplía los 18.
Sin embargo Todorov no era un muchachito cualquiera. Y aunque ni conocía la disidencia —no existía en Bulgaria— ni la consideraba una postura práctica, comenzó entonces a forjar la línea de pensamiento que iba a desarrollar a lo largo de su vida y cuyo eje principal sería el lugar que la moral ocupa en la vida pública. El otro fue la libertad. La libertad individual. Pues incluso en los totalitarismos, por grande que sea la presión del poder, es posible asumir la adhesión personal a determinados valores elegidos por uno mismo: no doblar siempre el espinazo, negarse rotundamente a delatar, favorecer la lealtad con las personas en detrimento de la sumisión a las reglas oficiales, callarse si era preciso, pero jamás decir falsedades.
Aún faltaban unos cuantos años para que la vorágine intelectual de Todorov hallara el cauce argumental adecuado. Y fue en París, junto a Roland Barthes cuando comenzó a desarrollar su excepcional talento para la difusión del pensamiento. La crítica literaria y cultural, la lingüística y la semiótica ocuparon sus primeros estudios y ensayos, hasta que en los ochenta volvió a pegar otro de sus giros radicales, interesándose por la antropología, la filosofía, la sociología y la historia. En fin, que el genio infinito del búlgaro encuentra en estas disciplinas una nueva fuente donde hidratar sus inquietudes e ideales; y en la teoría política un campo fértil en el que plantar las semillas de la libertad, la moral, la dignidad, la justicia, la resistencia, la desigualdad, la no violencia… Como el papel de las democracias y los totalitarismos en esa hemorragia conceptual tan compleja como intensa.
Tzvetan Todorov fue un escritor-pensador prolífico que buscó sin tregua el significado de “lo verdadero” en todas las disciplinas culturales e intelectuales. También en el campo del Arte indagó y ¿encontró? respuestas. Por ello elegir tres títulos —o cinco o diez o cien— entre la inmensidad de su obra es casi un agravio. Como lo es intentar resumir su capacidad, su fecundidad sulfúrica en un texto de 500 palabras. Como lo sería ignorar su voz. La voz crítica del siglo XX (y del XXI) que se apagó hace apenas una semana. Su voz. No su legado.
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Insumisos. 2016.
Boris Pasternak, Solzhenitsyn, Mandela, Germaine Tillion, Malcolm X, Etty Hillesum, Edward Snowden y David Shulman. En Insumisos, Tzvetan Todorov traza ocho perfiles (ocho ejemplos) de la lucha contra las dictaduras. Ocho personas enfrentadas al poder que con su resistencia no violenta, pero implacable muestran cómo el sueño de dominar por la fuerza es, a larga, un fracaso. Un libro contra el totalitarismo y la violencia. A favor de la dignidad y la moral (el territorio de los insumisos).
¿Qué es la insumisión? Oponer el amor, la compasión y la escucha a la violencia, la intolerancia y la barbarie. Y, en consecuencia, luchar contra las injusticias del sistema. Sus ocho héroes se resisten y se rebelan, pero no incitan a la violencia. Ni siquiera la practican. Sus métodos consisten en construir. No rendirse al poder contra el que se revuelven, pero sin caer en el odio. La insumisión se inspira en esos principios morales privados que al aparecer en el espacio público tienen consecuencias políticas.
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La pintura de la Ilustración. 2014.
«La pintura no surge en un mundo aislado. Está siempre en consonancia con los movimientos sociales e intelectuales de su época y forma parte de su pensamiento. Se trata de una relación de doble sentido: los artistas se impregnan del espíritu de su tiempo, que sin embargo transforman y enriquecen. En el siglo xviii, el movimiento de la Ilustración cambiará radicalmente el orden social. El resultado es la modernidad».
La pintura de la Ilustración / De Watteau a Goya
Traducción de Noemí Sobregués. ISBN: 978-84-16072-48-4. Galaxia Gutenberg -
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La experiencia totalitaria.
Tzvetan Todorov se pregunta en este libro: “¿Pueden aprender algo de la historia de los regímenes totalitarios los actuales habitantes de los estados liberales, que nunca los han conocido y que no corren el peligro de conocerlos?»
Su respuesta, positiva, la encuentra como siempre en sus estudios y reflexiones acerca de los totalitarismos, la justicia y la memoria. A través de personajes como Jakobson y Bajtín, Germaine Tillion, Raymond Aron o Stalin nos presenta en esta obra —premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2008— cómo el conocimiento de los entresijos de estos estados, ya muertos o moribundos, permite entender mejor las luchas de la identidad política actual y establecer una forma de resistencia frente a las prácticas totalitarias que surgen de nuevo en nuestras democracias.
Editorial: Galaxia Gutenberg. Lengua: Castellano
ISBN: 9788481098761