Grafiti se escribe con ñ.

“No hay diferentes corrientes, sino diferentes formas de expresar el arte. Lo que cambia es el escenario, es decir, las fachadas, los muros, las esculturas…”

Sí, porque el grafiti ya existe en nuestro idioma y no es porque lo diga yo, no, no… Lo dice la RAE, de modo que id tomando nota pues ya no se trata de un simple garabato en la pared, de una actividad residual, marginal y poco valorada sino todo lo contrario, y más aun las creaciones de nuestros grafiteros. La eterna discusión —todo un clásico, por cierto— sobre si el grafiti es vandalismo callejero o arte urbano ha perdido actualidad y hoy pintar fachadas, tapias, vallas y vagones se cotiza, y al alza, por mucho que las leyes se empeñen en castigar a sus autores; aunque tal vez sea precisamente su carácter transgresor, contestatario y combativo lo que otorga al grafiti esa condición romántica y rebelde que lo hace aún más fascinante. Ángeles o demonios, legales o ilegales, lo cierto es que los artistas callejeros han saltado del muro a los museos y galerías de arte, vamos que tienen mucho que contarnos.

Sin ninguna pretensión de llegar a las profundidades psicológicas del cómo y el por qué surgió esta corriente, Mario Suárez —un joven periodista amante del arte contemporáneo en general y del street art en particular— acaba de publicar la primera historia del grafiti y el arte urbano en España. Un libro breve y muy bien documentado que, ilustrado con excelentes fotografías escogidas con entusiasmo y mucho mimo, nos invita a viajar por la historia del grafiti directamente de la mano de sus protagonistas: ciento cinco artistas que han colaborado de manera activa en la elaboración del mismo con sus anécdotas, sus motivaciones y experiencias personales, con sus obras… “Sin ellos, sin su pasión, sin su ayuda este proyecto no hubiera sido posible”— nos explica Mario. Junto al autor y empujados por el genio artístico de los grafiteros que llenan las páginas de Los nombres esenciales del arte urbano y el grafiti español vamos saltando de muro en muro y recorriendo el camino que empezó a dibujar el mítico Muelle —el pionero de los 80’ que decoraba las paredes madrileñas con su célebre firma creando su propio estilo— y sus seguidores, los flecheros, Glub, Bleck, la Rata, Fer, Ome… Descubrimos la evolución, de la firma al mensaje que los artistas de hoy transmiten en sus murales, los grandes ya consagrados: Eltono, Nuria Mora, Suso33, Noaz, Boamistura, SpY, Laguna… Y nos topamos con los herederos, las jóvenes promesas como Rallito X.

No faltan en la obra las necesarias referencias sobre tendencias artísticas urbanas ligadas a la historia y evolución del grafiti (punkskate, surf, hip-hop o rap), la influencia de las corrientes artísticas europeas y neoyorquinas o las escuelas de arte urbano más representativas, además de  museos y festivales de street art donde, a partir de los 90’, comienzan a ser reclamados los artistas españoles. Aunque, como afirma Mario Suárez: “No hay diferentes corrientes, sino diferentes formas de expresar el arte. Lo que cambia es el escenario, es decir, las fachadas, los muros, las esculturas…”

Editado por Lunwerg, Los nombres esenciales del arte urbano y el grafiti español, es un indispensable para conocer la cultura y las raíces del street art en nuestro país.



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