Canadá, la obra maestra de Richard Ford.

Una bellísima novela sobre la pérdida de la inocencia, los lazos familiares y el camino que se recorre hasta alcanzar la madurez.

Hay inicios literarios redondos. Tan rotundos que logran sumergirnos en la trama de la novela solo con leer las tres primeras líneas. Así, —Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después—  sin concesiones ni atajos, comienza Canadá, la última novela de Richard Ford editada por Anagrama en septiembre de 2013.

Y hay personajes literarios tan poderosos que al poco de pronunciar sus primeras palabras — El atraco es la parte más importante, ya que nos puso a mi hermana y a mí en la senda que acabarían tomando nuestras vidas. Nada tendría sentido si no se contase esto antes que nada— consiguen hacernos cómplices incondicionales de su vida. Y esto es lo que logra Dell Parsons cuando con su voz adolescente, tan tierna como extrañamente madura, nos introduce sin ambigüedades en un mundo que se desmorona. Aunque, en realidad, el débil equilibrio familiar venía desmoronándose lentamente sin que Dell ni su hermana melliza Berner (esta en menor medida) fueran conscientes de ello.

Es Dell, un quinceañero preocupado por el comienzo del curso en un nuevo instituto, las abejas, el ajedrez y sus tomos de World Book, quien nos va narrando la parte importante (el atraco), lo que sucedió después y todos los acontecimientos anteriores condicionantes de la insensata decisión de su padre que terminará por cambiar el rumbo de su existencia (y la de su pequeña familia) de manera irreversible.

Y es precisamente ese atraco el punto de inflexión tanto en el desarrollo de las vidas de sus protagonistas como en el de la trama, pues siempre habrá un antes y un después de ese acontecimiento. «Nada volverá a ser lo mismo porque se ha traspasado un límite y no hay vuelta atrás», afirma el editor. De hecho, el atraco divide la novela en dos partes claramente diferenciadas. Montana y sus paisajes tan agrestes como el lenguaje de Ford conforman el escenario del primer bloque de la obra que continúa en los infinitos parajes canadienses con un Dell solitario y obligado a madurar. Pero lejos de compadecerse de su situación, de culpabilizar a sus padres o de hundirse en las dificultades y el entorno sombrío, el joven Parsons decide construirse una nueva vida. Ahí radica el aspecto más conmovedor de la novela, la capacidad con la que Ford transforma las decisiones equivocadas (aunque sean ajenas) en el extraordinario poder de volver a empezar del protagonista.

Considerado como uno de los representantes del llamado realismo sucio norteamericano, Richard Ford nos vuelve a deslumbrar en Canadá con su exquisito minimalismo, su precisión, su sobriedad y su extrema parquedad en el uso del lenguaje. Toda una lección de estilo literario en la que el adverbio y el adjetivo quedan reducidos al mínimo cediendo el protagonismo a la acción, a los personajes, a la situación. Una prosa refinada, fascinante y cautivadora, repleta de melancolía e intimismo en la que el autor juega con las transiciones temporales y la emoción de manera magistral. Tanto que gran parte de la crítica considera Canadá como una de las grandes obras literarias del siglo XXI.

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Título: Canadá
Autor: Richard Ford
Traducción: Jesús Zulaika
ISBN 978-84-339-7871-4
PVP con iva 24,90 €
Nº de páginas 512
Colección: Panorama de narrativas

Más información Editorial Anagrama



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