Pasión. Acción. Pasión.

Cuando comenzamos a andar, cada paso se alimentaba de una ilusión...

Cuando comenzamos a andar, cada paso se alimentaba de la pasión con la que fuimos capaces de engendrar una idea y de ponerla en marcha empujándola por un camino en que pronto encontró cierta pendiente y algunas manos, un camino en que cogió velocidad antes de lo esperado, más allá de lo previsible o de lo que podíamos preveer. Lo consideramos resultado del buen trabajo, de una buena idea, del acierto y nos hizo felices.

Fue enseguida que aquel sueño de dos se convirtió en un sueño compartido, un sueño en que encontramos otros seres que no sólo apreciaban la idea, la forma, el modo, si no que querían aportar y tenían qué aportar y pronto vimos que ese «qué» no sólo era interesante, realmente interesante, sino bueno y abundante. Y no pudimos encontrar mayor halago, mayor reconocimiento que aquel sobre aquello que habíamos puesto en marcha. Y también eso nos hizo felices.

Pasado el verano, Alicia y yo nos sentamos con todas las ideas de nuestras libretas a decidir, elegir, seleccionar de cara al otoño, el camino, y mientras repasábamos idea por idea cómo podrían enriquecer y mejorar este proyecto ya en marcha, fuimos conscientes ambos al tiempo de la transcendencia, de la identidad propia que había desarrollado loff.it con el increíble enriquecimiento que suponía el talento de cada colaborador y la inmensa suma de todos ellos. Y tuvimos por primera vez la certeza de que la vida de aquella idea ya no sólo nos hacía felices a nosotros y a un conjunto creciente de obsevadores, consumidores, fans… aquella idea hacía muy felices directamente a catorce personas, a catorce ‘autores’. Y compartir esa felicidad con gente realmente tan excepcional nos hizo inmensamente felices.

Hay un denominador común en todo éxito, en el éxito de proyectos, empresas, aventuras… la pasión. La pasión con la que se hacen realidad los sueños, las ideas, la pasión como fuerza motriz para la acción. Y esa acción que deviene de la pasión, esa, retroalimenta la primera, la mantiene encendida, la hace crecer, la hace contagiosa, tremendamente contagiosa. No, no es nuevo, lo has oído y leído miles de veces, seguro. Y si, éste es un caso de esos, uno de los de libro, uno que demuestra que no sólo es cierto sino que es posible.

Porque ‘eso’ que sientes en loff.it es esa pasión. Y lo sientes porque está en cada letra, en cada imagen, en cada nuevo desarrollo, en cada nueva incorporación, en cada nuevo review, en la Música, en cada Oop, en cada nombre… y sobre todo está en cada autor, en su talento. Esa pasión es la que hace de loff.it un proyecto, un producto, único en su especie. Y eso nos hace felices. A todos.

Life looks good. Y loff.it, sin duda, es el claro ejemplo de ello. :)



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La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

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