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cerrarLargo invierno.
Aún se ven lejísimos la primavera y el verano.
Echo en falta todo el invierno los días de verano, los días de Zahara. Y las noches de esos días, las noches de playa observando el horizonte de focos de los pesqueros, Barbate a la derecha, Tánger y el África a la izquierda, y una bóveda de incontables diminutas luces. Esos días en que, diría Muñoz Rojas, «vivir no se medía, se gozaba«.
En ese espacio detenido para contemplar el presente y los futuros hace tres años sólo pensaba en el aburrimiento profesional al que había llegado; hace dos en la desidia y la mediocridad del proyecto que tenía que afrontar a la vuelta a Madrid; este último en la poca expectativa profesional de un mundo revuelto desde la entraña.
Sin embargo, recordaba que a la vuelta del verano de hace tres años me invitó Jaime Gutiérrez-Colomer a incorporarme al de equipo de veo7 y fuimos capaces de hacer realidad muchos sueños, de poner en marcha un proyecto único, pionero; y el año pasado, a mi vuelta, aun siendo todo peor de lo que creía, me remangué a la japonesa hasta que conseguí la salida que buscaba, y aprendí y vieron la luz un montón de ideas; y éste al que ya llegué con algunas en marcha como nuestro loff.it al que le quedaba mucho por hacer, mucho por crecer, mucho por ser. Y ahora, ya aquí, dos meses después, otros tres proyectos empiezan a tomar forma y verán la luz a lo largo del invierno.
Y cuando comento que se me está haciendo larguísimo este invierno, no falta nunca quien me indique que aún estamos en otoño. Aún. -Aún no ha llegado, ¿ves cómo es largo?- Aún se ven lejísimos la primavera y el verano. Sí. Pero la experiencia me dice que los largos inviernos son para poner en marcha las ideas, para que el tiempo del mar, de la luz, no distraigan y así poder concentrarse, entre que va llegando la vida, en las ideas, en echarlas a volar. Porque todo lo importante, al fin y al cabo, lo ha hecho uno cuando la lluvia no le daba opción a mucho más.
Life looks good. La mires como la mires.