Moda: Vestir en la feria y no morir en el intento.
Trajes convertidos en obras de arte o apaños elegantes, todo vale.
Si yo lo se, que voy tarde. Más rabia me da a mi que este tipo de conversaciones en las que salen la idea de la semana se den cuando ya no vienen a cuento. Pero, en este caso, todavía podemos solucionarlo, incluso quizás tengan más sentido. Porque claro, aunque la Feria de Sevilla sea el evento del año conocido por todo español y extranjero por su triple real: el real albero, el real rebujito y el real pijo, todavía tenemos por delante, y más pronto que tarde, un acontecimiento no menos importante, como es la Feria del Caballo.
Este año hemos decidido lanzarnos a la aventura y hacer de nuestro amigo el jerezano-sevillano el guía oficial de la feria de Jerez y, claro, preparando el gran acontecimiento, una se da cuenta de que el hecho se convierte en una auténtica gincana para los que no somos autóctonos. Una reflexión fruto de la situación en la que el jerezano en cuestión tiene que ponerse a explicarle a vascos y demás andaluces, vírgenes en la materia, todo lo que uno necesita para sobrevivir y no morir en el intento de disfrutar de la feria sin parecer que has salido de una boda ni de un cubo de la basura.
Si tienes la suerte de planificar el fin de semana con tiempo, llevas algo de rodaje en esto de las ferias y piensas disfrutarla como la que más lo primordial es hacerte con un traje de gitana, quedando terminantemente prohibido la búsqueda y adquisición de éste en chinos y/o demás comercios del estilo. Existen costureras que pueden hacerte vestidos con la tela que tu elijas por precios bastante módicos. Para las que llevan el flamenco por las venas las recomendaciones son indudables: Pepa Castro. Alta costura a base de volantes, tejidos exclusivos y unos patrones con los que no sabes muy bien que hacer, si montarte en el caballo para irte a la feria o a la iglesia a casarte. Lo mismo ocurre con el caso de Vicky Martín Berrocal, cuyos diseños han pasado directamente de vestir a celebrities para pisar el albero a pisar alfombras rojas.
Por supuesto si lo tuyo va a ser algo efímero y estas obras de arte quedan lejos de tu alcance no hay nada como calzarse unos buenos zapatos cómodos y marcarse un ‘arreglada pero informal’. A esto le sumas clases particulares de sevillanas, ganas, alegría… y misión cumplida.