Los nuevos italianos de Cavalli.
El diseñador italiano ha vendido el 90% de su impero al fondo Clessidra.
Engendrar, amor, cuidar, amamantar, educar, fortalecer y, una vez alcanzado el éxito, dejarlo volar. Así transcurre la vida de las grandes ideas, negocios, familias y, por supuesto, no iba a ser menos en el mundo de la moda. Muchos son los diseñadores que, tras haberle dado cuerpo y alma a una firma, ponen su ‘retoño’ al alcance de nuevas visiones, más frescas o simplemente con más dinero, para poder ‘limpiar’ lo que ha pasado a convertirse en irremediable o, simplemente, para aportar un extra de vitalidad y empuje a la marca.
El último en sumarse a esta tendencia ha sido Roberto Cavalli. La firma que lleva su propio nombre ha negociado la compraventa del 90% del capital con el fin de obtener recursos financieros, de gestión y de recursos humanos que permitirán a la compañía crecer más y hacer frente a los retos del cambiante del negocio del lujo. Estas han sido las declaraciones que Cavalli hacía de su nuevo socio italiano: Clessidra, una empresa creada en 2003 por Claudio Sposito convertida en el gestor principal de los fondos de capital privado dedicado exclusivamente al mercado italiano.
Con este acuerdo siguen sumándose los nuevos cambios que se producen dentro de la casa de moda, que hará de Francesco Trapani el nuevo presidente de Cavalli y de Renato Semerari el futuro consejero delegado. La dirección creativa cambió de línea en marzo con el regreso de Peter Dundas, quien ya trabajó para la marca en el 2002 y hasta el 2005.
Movimientos de piezas clave que, sin duda alguna, seguirán influyendo y contribuyendo en la evolución de una firma que en el 2014 experimentó más de un 4% de crecimiento con respesto al año anterior.