La Merche y el patio de vecinos.

Indignada me hallo. Desde que se dio a conocer el calendario de la MercedesBenz FashionWeekMadrid (sí, conteniendo la respiración, todo junto y de carrerilla) los comentarios no han dejado de sucederse uno tras otro, abundando los ‘yo creo’ y los ‘me parece’ mientras una, novata en el sector, fomentaba la práctica del ver, oír y callar.

Pero hace unos días, concretamente una semana antes del estreno de la ‘Merche’, llegó a mis oídos algo que no solamente me pareció fuera de lugar, sino que estaba totalmente desprovisto de argumentación y echaba por tierra parte de la historia de la moda española. Eso sí, lo hacía con tal convicción y fuerza que uno podía llegar a plantearse si en parte llevaba algo de razón… Lógicamente no.

‘Es que Cibeles debería desaparecer…No tiene sentido ya’. Señores, la primera Fashion Week que surgió en el mundo tuvo lugar en Nueva York en 1943 para, precisamente, favorecer el mercado nacional, totalmente hundido por el gigante de la industria: París. Los diseñadores americanos pasaron de ser el problema a formar parte de la solución y, 70 años después, continúan en la cima del sector porque, una vez más, tejen el lienzo de la historia con éxitos propios, mientras nosotros nos dedicamos a hablar de los rocambolescos ‘yankis’ enfundados en sus propias creaciones.

Cibeles, o Mercedes Benz Fashion Week Madrid, ha cambiado mucho desde ese 28 de febrero de 1985 en la plaza de Colón, pero no debemos olvidar quiénes son los grandes protagonistas; para y por los que realmente se crea temporada tras temporada. Porque la moda es una industria más (para ejemplo véase la adopción del nuevo y eterno nombre) y es inevitable que se vea acunada por los vaivenes del capital, pasando a un segundo plano, tímido y desamparado, el valor fundamental de su origen.

Y es que para lo que sí me siento segura, que no veterana ni experta, es para afirmar que si hay algún culpable en todo esto somos nosotros. Porque se nos olvida que antes que la forma está el fondo: diseñadores que año tras año luchan por tener un lugar donde mostrar sus creaciones, a lo que han dedicado cada minuto de su vida y en los que han volcado sus sueños, personalidad y visión, delante de una panda de ciegos de oídos finos y lengua suelta  que, entre pase y pase, critican el esfuerzo, que no la colección, de quienes a día de hoy siguen dando forma a la historia a través de patrones y costuras.

Que ya está bien de hablar de la Merche en el patio de vecinos y quejarse de que en España no tenemos nada con sentido. Porque señores, si en nuestro país podemos atribuir algo al término arte son los nuevos genios que pasan desapercibidos entre Lagerfelds, obviando que lo que realmente tenemos que tener en cuenta es que hasta los más grandes tuvieron un comienzo.

Claro que esto es una opinión. Que para gustos está la moda… y Cibeles.