El legado de las Moss.

1988 fue el año de gloria de Kate. El escenario: un aeropuerto, el mismo que, a partir de entonces y con tan solo 14 años, pisaría día tras día para acudir a todas las citas de la moda en las que, desde aquel entonces, pasaría a formar parte como engranaje y, más adelante, como propia inspiración. Y es que la que se convirtiese en los años 90 en la anti-top model del momento ha impuesto finalmente sus rasgos alejados de los estándares de las pasarelas como los nuevos atributos más buscados en exclusividad por los cazatalentos.

El aura de Katherine Ann Moss ha sabido sobrevivir a los excesos del tiempo para seguir siendo la viva imagen de la perfección a sus 40 años, algo que, sin duda alguna, no ha impedido que alguien esté dispuesto a hacerse con su legado aún no autorizado. La historia vuelve a repetirse 26 años después con una joven de 16 años que irradia inocencia y una belleza impoluta en la campaña de la firma que por primera vez contó profesionalmente con su hermana mayor: Calvin Klein.

Lottie Moss recrea una de las propuestas más importantes en la vida profesional de Kate junto al fotógrafo Michael Avedon, el nieto de Richard Avedon, responsable de algunas de las campañas de los años 90 que la firma estadounidense llevó a cabo. Así, la esencia de las Moss y de Calvin Klein vuelven a unirse a través de una colección cápsula lanzada por Mytheresa que pretende rememorar aquellos años en los que la desnudez de Kate supuso un gran revuelo como único obstáculo entre la top model y sus Calvins.

Este proyecto, que está disponible desde este martes en las tiendas, cuenta con los grandes clásicos de los skinny jeans de cintura alta y los boyfriends que la mayor de las Moss puso de moda en los años 90… Una reedición que no solamente nos permite disfrutar de las versiones más it de aquellos años, sino que nos acerca desde el pasado una nueva visión de una familia que, sin duda alguna, ha supuesto un nuevo capítulo para el mundo de la moda.