Lanak Lanak, chubasqueros aptos para felices.

Una firma llena de sueños y pasión.

Alguien que da las gracias a la vida por permitirle disfrutar de cada una de sus minutos no podía ser identificado de forma alguna que se alejase del término especial. Vivimos en un mundo en el que, en ocasiones, por despistes o simplemente por unirnos a esa corriente dramática que tan seguida es y tan mal sienta, nos olvidamos realmente de que si estamos haciendo o experimentando ciertas circunstancias no depende de nadie más que de nosotros mismos.

Por eso, con la crisis impaciente y presurosa quizás no era buena idea sumergirse de lleno en la acogedora frivolidad de la moda, sector donde, aparentemente, quizás puedas llegar a obtener cierto reconocimiento si te encargas de dar forma a creaciones innombrables, que luego se tendrá que poner determinada ‘eso-chica’ y, con suerte, la epidemia comenzará a extenderse. Pero, en mitad de este caos absoluto alejado de la realidad, existen ciertos genios que, lejos de competir con ‘atrofias’ textiles que guardan un trasfondo personal, hay cabida para el mimo, la pasión y el cuidado por las cosas en formato casero… Como ocurre con Sandra.

Lanak Lanak, que en euskera significa ‘trabajo’, es, precisamente, el resultado de una trayectoria que comienza subida en los tacones de una abuela con estilo y vestidos con cinturones convertidos en piezas clave para un perfecto dresscode de gala… para una niña de 4 años. Corte y confección fue el inicio de la pasión de Sandra, creadora de la firma, que ahora se ha convertido en un manifiesto propio donde solamente hay cabida para un largo trabajo traducido en diseños, cortes y materiales cómodos, a la par que diferentes, que no dejan de transmitir ese espíritu propio de su dueña, quien se ha encargado de medir con metro y buen ojo cada uno de sus minutos, transformándolos en colecciones cercanas cargadas de un espíritu retro innegable.

Bolsos, vestidos, chaquetas tweed y chubasqueros, su pieza estrella, forman parte de un universo que cada día lucha por sobrevivir entre un mundo de titanes donde, lejos del país de las tendencias impuestas, existe un lugar excepcional donde poder disfrutar de creaciones con historia y sentimientos propios que hacen a uno un poco más feliz… como los de Lanak Lanak.

Más información Lanak Lanak



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