La asociación entre relojería y motor, además de una alianza natural, está avalada por un largo recorrido que se ramifica en torno a diferentes ejes de conexión. Desde la asociación con grandes y míticos constructores, como Ferrari, Bentley, Maserati o Bugatti, a la que más de cerca toca la piel, en la muñeca de los mejores pilotos de Fórmula 1 y de ralys míticos, o sobre el asfalto de circuitos y carreras, por no hablar del componente extremadamente técnico del cronometraje. Y es que el reloj, el complemento masculino por derecho propio, suma a este apasionante universo un motor de pura raza… su mecanismo.
Entre las novedades relacionadas con el motor, este año destacan tres modelos que aportan un enfoque futurista desde la mecánica hasta la construcción estética.
Bell & Ross ha creado su concept car AeroGT, un híbrido entre avión y GT, con una carrocería tan aerodinámica como la de un avión de combate. Los relojes que acompañan a este ejemplar único son dos modelos BR 03 AeroGT: un cronógrafo y un tres agujas. Su mecanismo esqueletado ha sido diseñado para admirar el movimiento -a semejanza del concept car AeroGT- y hacerlo más ligero, factor indispensable en el mundo del motor de competición.
Una de las estrellas del Salón del Automóvil de Ginebra ha sido el Bugatti Chiron, y Parmigiani Fleurier -asociada con el constructor desde 2014- ha apoyado el lanzamiento con una nueva generación de relojes Bugatti, cuyo primer representante es el modelo PF-Bugatti 390 concept Watch, un reloj concebido de forma tubular completamente concéntrica que incorpora un tourbillon volante de 60 segundos.
El tercero de nuestra lista es el Hublot MP-05 «LaFerrari» Sapphire, en edición limitada a 20 piezas. El modelo fue presentado en 2013 y creado en homenaje al súper automóvil del mismo nombre, el MP-05 “LaFerrari”, en colaboración con Flavio Manzoni, diseñador estrella del constructor. La estética se concibió para mostrar la belleza de su motor y ahora el nuevo modelo con caja tallada en zafiro crea la impresión de un movimiento suspendido en el aire, permitiendo admirar todos los detalles bajo una panorámica de 360 grados. El resultado final de esta maravilla de zafiro se tradujo en 18 meses de desarrollo y una caja de 53.5 gramos en la muñeca
